Buenas y malas noticias

Claudio Malo González

El Presidente de Haití fue asesinado en su casa; ¿Es una mala noticia? sí y no. SOLCA inició la construcción de un nuevo hospital en Cuenca ¿Es una buena noticia? Sí y no. Su  peso e importancia son evidentes; la primera es una mala noticia y la segunda buena. En el argot del periodismo informativo se dice que “la mala noticia es buena noticia”. ¿Qué se entiende por bueno o malo?  Depende del contexto con que se juzguen los hechos. Los calificativos de bueno y malo no son absolutos.

En las noticias de medios de comunicación, las que se refieren a acontecimientos negativos de diversa índole atraen la atención del gran público con mayor interés, sea de acciones humanas como guerras o fenómenos naturales como terremotos. Si el periodista busca en su visión del oficio tener más éxito en lo que investiga e informa, lo consigue cuando ocurren hechos negativos, de lo que se concluye que la mala noticia es buena noticia. Está probado es que la “crónica roja” y los medios de comunicación que se centran en ella son recibidos mayoritariamente por el público.

Un asesinato es una, más que mala, repudiable noticia, peor si se trata del presidente de un país conflictivo, pero el interés que genera en el gran público la convierte en “buena” ya que además hay gran deseo de información de sus efectos y gestiones que siguen. La construcción del edificio de SOLCA es una noticia, más que buena, extraordinaria, pues se trata de una institución modelo, sobre todo en estos tiempos de negociados hospitalarios nauseabundos, pero para un amplio sector es un hecho indiferente lo que, periodísticamente la convierte en mala.

 Hay que seguir soñando en un mundo en el que sutilezas dejen de  manipular la bondad y la maldad. (O)