Los rostros de las vacunaciones se rejuvenecen

Cada vez es menor la edad de los sectores etarios que reciben la inoculación contra la COVID-19.

Giancarlo Alvarado, egresado de Medicina Veterinaria, no dudó un segundo en tomarse una foto para “inmortalizar” su vacunación. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Los ojos de Silvana Pinos se humedecen cuando comparte que se vacuna en memoria de sus tres seres queridos que fallecieron producto de la COVID-19.

Al principio era algo incrédula. No creía en la mortalidad del virus hasta que se contagió junto a su familia, ni tampoco pensaba vacunarse, pero ahora es más consciente del peligro que representa sobre todo por las nuevas variantes.

Es así que esta alumna del décimo ciclo de Ingeniera Electrónica acudió ayer muy temprano al centro de vacunación que abrió la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), exclusivo para sus estudiantes, en donde se respira un ambiente de optimismo. La respuesta fue alta.

Dicho espacio físico -que cuenta con ocho meses de inoculación- fue adecuado en el gimnasio de la institución salesiana, ya que su coliseo fue habilitado para la población en general, reducto deportivo que luce vacío a comparación de este nuevo recinto. El contraste es evidente por el ausentismo.

Silvana, de 26 años, hizo fila a las 09:30 en la Calle del Obrero. Caminó cerca de 100 metros para acceder al gimnasio. Recibió la primera dosis en menos de dos minutos. “Todo fue ordenado, se respetaron los horarios y los procesos de bioseguridad”, menciona.

Ella es oriunda de Azogues. Antes de la pandemia arrendaba un departamento en Cuenca para no tener que viajar diariamente a su provincia. Ahora asegura que extraña las aulas. “Los tres últimos ciclos no hemos podido asistir a los laboratorios presencialmente, por lo que espero continúe normalmente este proceso de vacunación para retornar a clases más tranquilos”.

De su lado, Diego Pinos, cuencano que cursa el último año de Ingeniería Ambiental, destacó la organización y la logística que montó la UPS para inocular a sus estudiantes. “Desde el inicio se evidenció mucho orden, se contó con una buena logística”.

El universitario, de 26 años, confiesa que se encontraba algo preocupado porque en casa recibieron la vacuna solamente sus padres. “Por la edad aún no me tocaba vacunarme, pero me llegó la hora gracias a la oportunidad que nos brindó la Universidad”.

“Selfies” para hacer un llamado a la conciencia

Giancarlo Alvarado, egresado de Medicina Veterinaria, no dudó un segundo en sacar su teléfono móvil para “inmortalizar” este momento y hacer un llamado a la conciencia paralelamente con una selfie (autoretrato).

El vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la UPS-Cuenca, oriundo de Azogues, menciona que posteará dicha foto en sus redes sociales para motivar a que todas las personas se inoculen y alcanzar así la inmunidad de rebaño.

“Al ser representante de un grupo juvenil, creo que es importante el uso de la tecnología para incentivar las cosas buenas, pues lamentablemente mucha gente no quiere inocularse”.

El estudiante, de 22 años, cuenta que recibió la primera dosis sin antes haberse contagiado. “Con la vacuna estoy más tranquilo, pero debo seguirme cuidando”, reflexiona.

Si bien la educación online ha evolucionado en tiempos de pandemia, piensa que las clases presenciales siempre serán importantes.

“A veces la comunicación en línea no es buena, sobre todo en una población con más de 5.000 estudiantes, por tal motivo anhelamos que al menos lleguemos a una presencialidad parcial que sería lo más sano”.

Mientras sostiene su certificado de vacunación, que entre otros datos revela que recibió una dosis de Sinovac, espera sentado para ver si tiene alguna secuela post vacuna y cierra momentáneamente sus ojos claros para recapacitar la apertura y el apoyo de los directivos universitarios.

“El Plan de Vacunación avanza bastante bien y sin duda alguna es un paso importante que estamos dando los futuros profesionales del país”.

En la zona de recuperación también aguardaba Katherine Rubio, algo adolorida, pues confiesa que le dolió su brazo después de inocularse.

Katherine Rubio, estudiante de la UPS, se vacunó ayer. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Pero ni siquiera el dolor evitó que la estudiante del noveno ciclo de Contabilidad y Auditoría se tome una selfie. “Me tomé una fotografía para compartir con mis amigos en redes sociales, con el fin de motivar a más personas que se vacunen y ser socialmente responsables”.

Katherine, quien nació hace 22 años en Sevilla de Oro, aplaude la gestión de las autoridades universitarias y la predisposición del Gobierno Nacional para vacunar a sectores etarios más jóvenes, considerando que solamente así se puede reactivar la economía del país.

“Ojalá podamos regresar lo antes posible a las aulas para reencontrarnos con los profesores y amigos, eso sí con las debidas medidas de bioseguridad, a pesar de que ya nos hemos acostumbrado a estudiar virtualmente durante estos tres ciclos”.

Esfuerzo de las autoridades universitarias por vacunas miles de estudiantes

Fernando Moscoso, vicerrector de UPS, sostuvo que en semanas anteriores realizaron las gestiones ante el Ministerio de Salud para que se aprueben otro punto de vacunación al interior del campus universitario.

Como parte de la aprobación presentaron un calendario de vacunación. Este miércoles se inocularon los estudiantes del décimo al sexto nivel.

Hoy continúa el proceso con los alumnos de quinto, cuarto, tercero y segundo; mientras, el viernes es el turno de los estudiantes de primer nivel. “La intencionalidad es retornar a las aulas presencialmente en septiembre, considerando que el personal docente, administrativo y de servicios se encuentra ya con la vacunación completa, pero todo dependerá de la evolución de la pandemia”.

Moscoso añadió que realizaron un gran esfuerzo económico para montar este punto de vacunación, en beneficio de la comunidad universitaria, tomando en cuenta que cubren la mayoría de rubros como insumos, personal médico y de digitación, etc.

El objetivo de la UPS es vacunar a 5.500 alumnos hasta el sábado. (I)