La dolarización

En los términos más sencillos que permite la técnica económica, la cuestión se reduce a esto: la dolarización se sostiene con dólares y se resume en tratar de mantener la mayor cantidad posible de dólares en la economía. Y hoy, el escenario que asume el nuevo gobierno lo pone ante semejante tarea ante un escenario realmente difícil

Y habría que empezar el análisis considerando el colosal déficit fiscal que las cifras oficiales fijan en USD 8.700 millones para el 2021. Una cifra astronómica qué de conseguirse, muy probablemente vía endeudamiento, incrementará la presión sobre una deuda pública que a la fecha totaliza USD 63.037 millones y representa el 62.9 % del PIB, un valor casi imposible de manejar. Esto, además, considerando que gran parte de esta deuda ha servido para cubrir gastos corrientes, amortización de capital de deuda e inclusive litigios perdidos en cortes internacionales; recursos que entran vía endeudamiento y salen inmediatamente, sin que tengamos allí un solo dólar para reactivar la economía.  Lo que significa que, adicionalmente, habrá que buscar financiamiento para solventar las necesidades de crecimiento estructural y algo más para acumularlo en esas reservas internacionales de libre disponibilidad, que al final del día resultaron ser muy necesarias.

Y al respecto de este último punto, habrá que reconocer que hemos desbaratado el equilibrio entre la reserva internacional, la moneda corriente, el encaje bancario y los depósitos del sector público y privado, al punto que, si a la fecha hacemos la relación entre la reservas internacionales (USD 5.900 millones) con los depósitos de la banca (USD 32.718 millones), veremos que no representa ni siquiera el 20 %, poniendo a todo el sistema financiero en una posición tremendamente vulnerable ante shocks externos.

Así entonces, la reducción del déficit fiscal para restarle presión al modelo monetario; la racionalización del endeudamiento; la reconstrucción urgente de las reservas internacionales; la reducción urgente del riesgo país mediante medidas que garanticen estabilidad al inversionista; y finalmente el fortalecimiento de los sectores exportadores se cuentan ya como algunas claves, necesarias e improrrogables para sostener la dolarización en el futuro… (O)

Andrés F. Ugalde Vázquez.