Las leyes nuevas

Andrés F. Ugalde Vázquez

OPINIÓN | Su figura se inscribe en el tiempo de los verdugos y fanáticos que cruzaron el Atlántico a bordo de las carabelas. Pero no era igual a ellos. Bartolomé de las Casas, protector universal de los pueblos indígenas, filósofo y jurista de entre los más brillantes de todos los tiempos, dedicó su vida a ser el principal (y durante mucho tiempo el único) defender la idea de que los indígenas estaban cobijados por el derecho natural y eran titulares del derecho a la libertad. Será por esto que la historia lo identifica como uno de los precursores de los derechos humanos, especialmente, a partir de su obra “Brevísima relación de la destrucción de las Indias”, primer informe moderno de las incontables atrocidades que sufrieron los indígenas de América. Sería su voz la que se levantaría en las Cortes de Compostela cuando clamaba: “No y mil veces no, ¡paz en todas partes y para todos los hombres, paz sin diferencia de raza! Podéis estar seguros de que la conquista de estos territorios de ultramar fue una injusticia. ¡Os comportáis como los tiranos! Habéis procedido con violencia, lo habéis cubierto todo de sangre y fuego…”.

Y sería por esto perseguido, encarcelado y desterrado. Sin embargo, lograría sembrar la semilla y pronto la Escuela de Salamanca se pondría a trabajar sobre las “Leyes Nuevas” promulgadas por Carlos I prohibiendo la esclavitud. Y cuanto nos gustaría acabar este relato diciendo que su voz logró cambiar las cosas y traer algo de humanidad al genocidio, pero mentiríamos. Porque la verdad es que su mensaje, solitario y sereno, fue apagado por el torbellino de sangre que trajeron consigo la cruz y la espada castellanas. Y tendrían que pasar casi cinco siglos desde su partida para que los pueblos de la América irredenta volvieran a decidir sobre sus destinos. Que sirva su memoria para recordar cuán importante es seguir mirándonos como iguales en esta época donde las grandes potencias vuelven a invocar el racismo para cerrar sus fronteras y nuestros pequeños tiranos les hacen eco. Cuán importante es mirar más allá de la raza, el credo, el género o la ideología. Hoy más que nunca…  (O)

@andresugaldev