¿Apolíticos o conformistas?

Ibrahim Rodríguez El Khori

El menospreciar a la población joven se ha convertido en una constante a la que estamos expuestos y que con el trascurso del tiempo hemos normalizado y replicado. La inmutable idea de que las nuevas generaciones son individuos que consumen contenidos carentes de forma y sustancia no es desacertado, pero el recalcar estos hábitos y excluir a la juventud de los espacios políticos es desastroso.

Y si bien es cierto que los adolescentes, en gran parte, se encuentran en un estado perpetuo de desinterés hacia las temáticas ya antes mencionadas, es necesario incentivar el atractivo de ellos hacia las problemáticas que surgen a nivel global.

Pero como incentivar a personas que solo saben repetir un discurso cual disco rayado: “No me gusta la política, todo es corrupción”.

Queda asentada la fuerte influencia de los actores políticos a los que nuestro país ha estado exhibido de manera constante, sin embargo, necesitamos de una generación crítica, que pueda comprender cuales son los procesos de gestión pública.

Quizás se sintetiza en una paradoja de lo desconocido… Debe existir un proceso de dos flujos en el que tanto la juventud, como sus mentores estén dispuestos a exigir su participación en los conocimientos de carácter público. Enriqueciendo los espacios de historia y formación política.

Tenemos que asumir que la mayor responsabilidad la tienen los jóvenes, que, a pesar de estar expuestos a una constante interacción con las bondades de la globalización, muchas veces rechazan estos beneficios por discursos deterministas y carentes de análisis. Muchos asesores y comunicadores políticos sostienen que los jóvenes no muestran interés en la política, pero en realidad ¿son apolíticos o conformistas?  (O)

@Rodriguez_Khori