Exigimos libertad

Ana Abad R.

El gobierno de Guillermo Lasso apuesta, cada vez con mayor claridad y entusiasmo, por incrementar y fortalecer la industria extractiva en el Ecuador, aunque no exista transparencia alguna en todo lo relacionado con la minería y Petroecuador se encuentre envuelto en corrupción. La “coincidencia” del discurso del Gobierno de “minería responsable” con la masiva campaña publicitaria emprendida por las empresas mineras muestra la grave amenaza al que está expuesto el equilibrio ambiental en el país; más todavía, con la displicencia de las autoridades y gobiernos locales. Con total desfachatez se compran y venden en los mercados internacionales acciones de compañías mineras con intereses en zonas concesionadas por el Estado ecuatoriano, en una especie de monopolio maquiavélico en el que está apostándose la fuente de vida de los ecuatorianos por irrisorias y miserables “ganancias”. En este trágico drama se incrementan las acciones de intimidación a las poblaciones cercanas a los proyectos mineros, a líderes, lideresas, dirigentes sociales y activistas defensores de los derechos humanos y de la naturaleza. La criminalización sigue presente en Ecuador; esta semana fueron detenidas cinco personas de Buenos Aires por defender intereses comunitarios, por defender nuestra vida. (O)