Uruguay quiere promover economía del conocimiento y evitar fuga de cerebros

Montevideo.- En uno de los momentos históricos en los que la tecnología y la ciencia son más protagonistas que nunca, Uruguay quiere apostar a la economía del conocimiento con miras a un desarrollo de largo plazo que evite la fuga de cerebros.

Así se sostuvo este jueves durante la charla «Innovación y Economía del conocimiento», organizada por la Academia Nacional de Economía de Uruguay.

En ella participaron el expresidente del Banco Central del Uruguay Ricardo Pascale, el exdirector para América Latina y el Caribe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual Carlos Mazal, el director del Instituto Pasteur de Montevideo, Carlos Batthyany, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira.

En este sentido, Pascale enfatizó que Uruguay vive «una tiranía del corto plazo» en la que no hay tiempo de proyectarse al futuro y ello provoca que su planificación termine siendo moldeada por otros países desarrollados.

Para Pascale, Uruguay tiene dos opciones: seguir cuidando los equilibrios macroeconómicos o «no se da por vencido» y toma el desafío de ingresar en la economía del conocimiento.

Por su parte, Batthyany enfatizó la necesidad de que el país invierta más en ciencia y tecnología y mostró ejemplos de cómo los países más desarrollados han sido los que han tomado esto como política de estado.

«Tenemos que entender que los países del futuro son aquellos que logren transformar el conocimiento en productos tangibles, que puedan solucionar los problemas reales de la sociedad con un gran valor agregado», apuntó.

El director ejecutivo del Pasteur detalló la iniciativa «Lab+ Venture Builder», que combina las capacidades de los científicos con la inversión privada para crear y desarrollar empresas de base científico-tecnológicas basadas en ciencias de la vida que apunten «al mercado global».

«La idea es escalar proyectos de investigación que sean excepcionales, porque si algo quedó claro en la pandemia es que los jóvenes uruguayos estaban prontos para salir a competir», afirmó.

La idea es abrir en diciembre el primer llamado internacional de esta iniciativa, que espera una inversión de 35 millones de dólares y de la que se estima un retorno de entre 6 a 10 veces más.

Finalmente, el ministro Da Silveira consideró que «como nunca antes» la innovación y el conocimiento son factores esenciales y estos aspectos están contemplados en la agenda del Gobierno.

Sin embargo, entiende que los recursos son necesarios pero no pueden ser lo único, ya que eso llevaría a «malgastar» y anunció que uno de sus objetivos es tener un gesto simbólico, en el que la cartera pase a llamarse Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia.

Pese a no ser uno de los oradores, en la charla virtual estuvo el excanciller uruguayo y exsecretario general iberoamericano Enrique Iglesias, quien tomó la palabra y reflexionó sobre la historia del país que, en su opinión, ha tenido «impulsos innovadores», pero le han faltado procesos. EFE