San Felipe de Oña, un tesoro por descubrir

Uno de los paisajes de Oña en Azuay. Cortesía

San Felipe de Oña pertenece a la provincia del Azuay y se encuentra  ubicado en la cuenca hidrográfica del Consorcio del río Jubones, a 120 kilómetro al sur de la capital, Cuenca. El peculiar encanto arquitectónico y paisajístico que caracteriza a este cantón, lo convierte en un potencial destino turístico de importancia en el Sur del Ecuador. 

Lo primero que advierte un visitante al llegar a este pintoresco pueblo, es la belleza de los paisajes que lo rodean.  Una diversidad de pisos climáticos que van desde páramo, bosques primarios y secundarios en las partes altas, hasta pequeños valles calientes en las zonas bajas junto a los ríos San Felipe, León y Rodeo, son el principal factor que contribuye a ello.

Los amantes de la naturaleza podrán disfrutar aquí de interesantes caminatas que los conducirán a encantadores sitios como cascadas, lagunas e incluso, vestigios arqueológicos. De hecho, este lugar fue en el período Paleoindio, el asentamiento de varios grupos humanos que luego conformaron la cultura Cubilán.

Cabe señalar también, que San Felipe de Oña cuenta con un verdadero tesoro para el turismo ecológico: el territorio de la Comuna Marcos Pérez de Castilla, el cual fue declarado área protegida, como subsistema comunitario dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.  Este espacio alberga 29 lagunas, 83 especies de aves, 9 especies de mamíferos y más de 46 especies de plantas.

Otro elemento muy atrayente para los turistas, es la arquitectura del centro cantonal. La misma, está constituida por encantadoras casa de adobe con techo de teja, las cuales en su conjunto, hicieron merecedor a este pueblo del título de Patrimonio Cultural del Ecuador el 28 de marzo de 2013.

El clima benigno y la fertilidad de las tierras de San Felipe de Oña, han permitido que se cultive aquí una gran variedad de productos como caña de azúcar, tomate de árbol,  tomate riñón y numerosos tipos de frutas, cereales y vegetales. La gastronomía típica por lo tanto, ofrece al visitante agradables sorpresas  como lo son el “pinzhi” (calde de res o de gallina), arroz con cuy, dulce de camote con pan, chicha, etc.

Visitar San Felipe de Oña supone una fascinante aventura en la que se descubren tesoros de tipo natural, cultural y costumbrista. Esta es sin lugar a dudas, una experiencia que debemos incluir en nuestra lista de lugares por explorar en Ecuador. (I)

Este reportaje es parte de una alianza entre El Mercurio y la Dirección Zonal 6 del Ministerio de Turismo, con el fin de aportar a la reactivación del sector.