Las Cuentas del Estado

Andrés F. Ugalde Vázquez. @andresugaldev

Como es bien sabido, el Gobierno Nacional envió la proforma del Presupuesto General del Estado para el 2021 a la Asamblea Nacional. Una proforma establecida en USD 32.948 millones y claro, con algunas novedades. La primera no sorprende a nadie: los ingresos del Estado (USD 23.042,50 millones) son inferiores a sus gastos (USD 27.855,18 millones), arrojando un déficit de USD 4.812,68 millones. Una cosa importante, si bien menor en USD 911,47 millones al del año pasado.

Y claro, para el observador informado, se notará una reducción importante en comparación del presupuesto anterior. Sin embargo, ¿dónde se opera la reducción? Pues, según lo previsto, el sector más afectado será el de la salud, que reduce su presupuesto en un 10% (USD 3.500 millones). Y es allí donde cabe preguntar ¿reducir el presupuesto de salud cuando aún no hemos visto el final de la pandemia? En fin, otra cuestión a observar será, desde luego, el financiamiento del déficit, cuyo consolidado global supera los USD 9.000 millones y del cual, según parece aún estamos cortos en USD 5.701 millones, de los cuales algo más de USD 1.974 millones corresponden a atrasos en los pagos a los proveedores del Estado, especialmente en lo correspondiente a las pensiones de los jubilados del IESS, las transferencias para los gobiernos seccionales y la deuda con el sistema de salud privado por la derivaciones de casos desde el sector público.

Luego, este déficit habrá que cubrirlo de alguna manera, usualmente con la emisión de deuda o la contratación de créditos. Y es allí donde el tema podría complicarse pues, nuevamente, será el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el cual tenemos firmado un programa de crédito por USD 6.500 millones, de los cuales USD 4.000 millones ya fueron desembolsados, a cambio de, ya bien lo sabemos, la privatización de activos estatales, la consabida reducción de impuestos (con la brecha fiscal correspondiente) y una agresiva apertura comercial que podría afectar bastante la industria doméstica. Temas que, ahora mismo, la Asamblea Nacional deberá evaluar, mucho más desde la perspectiva técnica, que desde los intereses y posiciones de las bancadas políticas. Ojalá… (O)