Refugios de la pandemia (17)

Jorge Dávila Vázquez

RINCÓN DE CULTURA

ESENCIA DE LA POESÍA PURA es la definición que nos da Sonia Moreno Ortiz del poemario NO HAY REPOSO, de su hermana Susana. Es muy significativo como los hermanos se aproximan al libro, y lo hacen de modo objetivo y crítico.

Fernando recorre el texto con una perspicacia y un conocimiento de la poesía universal sus fuentes, contactos y significados más profundos.

Él percibe que hay como una búsqueda de Dios en muchos segmentos poéticos del texto: “En todos los lugares su espíritu ha sentido fervor, demostrando su ser abierto al orbe, a captar las voces de Dios”, dice.

Y ciertamente que se da algo, una percepción de la Divinidad en esta poesía, que parte de lo más íntimo y llega a lo extenso y cósmico: “siento el sonido del agua,/ son las pisadas de Dios”, es como un íntimo panteísmo, que halla lo trascendente incluso en lo más  levemente natural. En “Mi bóveda de hojas ya no está”, habla de la percepción lo Trascendente en el santuario del Universo, el que al ser devastado por el hombre la deja “huérfana” de su “refugio de árboles/ y de Dios”.

Sin embargo, al finalizar el volumen ella expresa su convencimiento de que todo es una especie de gran rueda que gira incesante: “La vida trae muerte./ La muerte trae vida./ Todo se renueva.// No hay reposo.” Es como una proclama definitiva de la convicción de que todos estamos destinados a una vida permanente, aquella que nos ha sido prometida en las Escrituras, según dice unos versos antes.

Carlos Pérez Agustí afirma en su profundo análisis que prologa el libro que Susana profesa una visión budista de la existencia, que aparece en muchos momentos, en los que se da la oposición del ser y el no ser, la existencia y la no existencia. Asimismo, dice: “La visión budista… incluye la idea de la transmigración.” Y explica: “la vida humana individual es muy breve… y dado que la muerte por sí sola nada explica definitivamente, se impone la necesidad de una serie de vidas sucesivas: “las aguas que pasaron ayer/ hoy son nube o brisa”.

Para Susana las múltiples vidas que experimenta el ser humano se cifran en lo poético: “Un resquicio de luz en una puerta cerrada,/ una ventana que se abre a un campo de flores…”

Y este libro que nos ha dado tantos momentos gratos, amiga. (O)