Licencias fraudulentas

Marco Carrión Calderón

Un nuevo escándalo de corrupción conmueve al país: se ha detectado que unas 35.000 licencias de conducir, tanto de tipo profesional como amateur, han sido emitidas en forma fraudulenta. Sin embargo, tenemos que reconocer que es frecuente la emisión de documentos de diverso tipo, sin cumplir los requisitos legales, por palanqueos, por compadrazgo o mediante la entrega de coimas. Claro que en este caso ha sido una emisión gigantesca y por eso llamó la atención.

Pero sería muy oportuno que con este motivo se reflexione la razón y motivación para que haya quienes ofrecen “vender” esos documentos y por qué hay tantos miles de personas que quieren “comprarlos” al precio que sea. Es bien sabido aquel aforismo de administración pública de “crear dificultades para vender facilidades” y allí está el quid de este asunto que comento. Conseguir una licencia en “condiciones normales” es extremadamente dificultoso y tremendamente demorado. Muchas veces el obstáculo es que “no hay especies”. El curso de manejo puede ser simplemente pagar para conseguir la certificación de haberlo realizado y la prueba teórica de la ANT para obtención de licencia contiene muchísimas preguntas de índole legal (sanciones) que hasta para un abogado sería difícil contestar. Todo esto sin entrar a la rémora de turnos interminables con funcionarios que atienden cuando no están conversando o con el celular ante sus ojos o en los oídos.

Todas estas, y muchas más que ya no viene al caso señalar, son dificultades que obligan a pagar para conseguir la licencia de manejo que en muchísimos casos es indispensable para poder obtener un trabajo o para desplazarse igualmente por razones laborales.

Si el conseguir ese documento fuera más ágil la gente no tendría que ir a pagar sino en contados casos en que quiere mismo evadir algo. Ir a pagar dinero extra se convierte en necesidad si los servicios del Estado no funcionan adecuadamente.

Está bien que se proceda a anular las licencias fraudulentas, pero sería bueno que se sancione a los funcionarios corruptos que las vendieron y sería también ideal que en el futuro se atienda a los ciudadanos que necesitan del documento, con agilidad y eficiencia. (O)