Revistas Avance, y Pucará pasado y presente

Pese a algunas circunstancias adversas, menos las de escribir, en estos días circulan dos revistas en la provincia del Azuay: Avance, y Pucará pasado y presente.

Avance, en este mes cumple 40 años de circulación. Pucará, una publicación municipal por los 33 años de su cantonización.

Hoy por hoy, Avance es una de las revistas más antiguas de Cuenca. Bajo la dirección de Rolando Tello Espinoza y el trabajo infaltable de columnistas como Eliécer Cárdenas, Julio Carpio Vintimilla, Yolanda Reinoso, Eugenio Lloret y Leonardo Berrezueta, esta publicación perenniza el pensamiento cuencano, sus historias, tradiciones, personajes; al igual que oportunas y bien trabajadas denuncias, o entrevistas de fondo.

Avance ha sido afectada por “las adversidades derivadas de la pandemia”. Y por ello, como lo anota su director, no es posible publicarla mes a mes; una situación que, ojalá, pronto cambie.

En la edición 347, ya en circulación, destaca los 40 años pasados y los próximo 40. Una crónica que relata el nacimiento de la revista, su trayectoria, el crecimiento de la ciudad, los logros del club Deportivo Cuenca, los avatares de la migración, la actividad cultural, los cambios políticos, lo que significó la nominación de Cuenca Patrimonio Cultural de la Humanidad.

En fin, tantas transformaciones; pero también la persistencia de viejos problemas, entre ellos el de la vialidad, y, últimamente, la delincuencia y la pérdida de valores éticos.

Deja constancia que una vez vencido el Covid-19 hay lugar para el optimismo. “De los próximos cuarenta años hablarán quienes hoy están llegando al mundo y vivirán en una ciudad de alrededor de dos millones de habitantes”.

La edición de aniversario se alimenta también de la historia de cuatro décadas: Paute y la electrificación nacional, las tragedias aéreas, la visita a Cuenca del papa Juan Pablo II, la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad, la tragedia de La Josefina, los embates de Alfaro Vive Carajo, la dolarización, y la supuesta “aparición” de la Virgen en El Cajas.

La “nota de color”, la “chispa” de la edición, es la entrevista a Silvino González Fontaneda, el intelectual español, que emigró de la España franquista para radicarse en Cuenca.

Unos de los fundadores de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Cuenca, del Colegio Fray Vicente Solano, profesor de centenares generaciones de universitarios, don Silvino cumple 100 años, un tiempo de vida envidiable, que le lleva a confesar que tiene miedo del futuro, “¡qué paradoja: miedo del futuro, que no existe”.

Pucará

Pocas son las revistas que publicadas por entidades públicas perduran, y son guías y fuentes de información en cualquier momento. 
Es el caso de la editada en Pucará, bajo la dirección de Humberto Berrezueta Durán, la coordinación de Oswaldo Márquez y la edición de Mayra Prado.

Las fotografías de Humberto Berrezueta, un fotoperiodista profesional formado en España, abonan al contenido de los diferentes artículos y reportajes. No solo que comunican, sino que le dan color y volumen a la publicación.

Tras la presentación de la revista por el alcalde Luis Yánez, destaca la rica arqueología de Pucará, desde su época precolombina. Fue un asentamiento cañarí e inca, cuyas huellas aún perduran, gracias al rescate a algunas piezas que reposan en el museo de Ángel Montes.

El complejo arquitectónico “El Mirador” de Mullupongo, donde hay ruinas arqueológicas dignas de conocer. Abarca alrededor de 7 hectáreas, “compuestas por una plaza, ushno, baño del inca y varias terrazas”.

Las gráficas del baño del inca, “al más puro estilo cuzqueño”, lo dicen todo. Es un sitio único en la cuenca del Jubones.

La vestimenta de los pobladores de Pucará también destaca. Polleras, ponchos y sombreros, son las prendas más representativas. Hay todo un historial sobre su elaboración.

Según la revista, Pucará tiene muchísimos lugares para el turismo fotográfico. El nacimiento de algunos ríos, el Vivar por ejemplo; ni se diga los miradores, como Pato Cocha, Loma Plancha, Balcones de Pucahuicundo, San Miguel de Ñarigüiña. Desde este último se puede ver hasta la parte norte del Perú.

No podía faltar una nota especial sobre uno de los platos tradicionales de Pucará: el cuchichaque cuyo festival tiene lugar en octubre. Con visión, muchos nativos, algunos chefs, han rescatado este alimento elaborado a base del maíz y envuelto en hojas de huicundo.

Su elaboración es todo un ritual, y para consumirlo qué mejor con una taza de café pasado.

Si hay cerros, también hay cascadas. Entre ellas, La Resbaladera, La Sopladora, de Ñugro, de Dagnia, La Chonta.

Ni se diga las lagunas con sus propias leyendas, entre ellas la de Ñarigüiña, ubicada a 3625 m.s.n.m.; la de San José, de Quinoas; o las Piedras Picota.

Cierran la publicación notas profundas sobre las fiestas y costumbres de Pucará, de sus caseríos y parroquias.

En conclusión, dos publicaciones dignas de leer, sintiendo y percibiendo sus contenidos impresos. (JDF)-(I)