Karl Egloff, el «speed climbing» ecuatoriano que persigue los récords mundiales en todos los continentes

Karl Egloff ganó el Km Vertical y los 42 km en el Ilalo Volcano Tral. Cortesía

Karl Egloff es el referente del “speed climbing” en el Ecuador. A sus 40 años se mantiene como el escalador de montaña o el montañista más veloz del país e incluso del mundo. El pasado 11 de septiembre refrendó tal condición al ganar el Kilómetro Vertical (39:44) y los 42 km (5:18:47s) en el Ilalo Volcano Trail.

Fue como un campeonato nacional donde estuvo la cartelera más grande del país. Karl demostró ser el mejor en ambas pruebas y clasificó al Mundial de Trail que se realizará en Chiang Mai, Tailandia. En principio la competición iba a desarrollarse en noviembre, pero por la pandemia se postergó para el 13 de febrero de 2022.

– ¿Cómo respondió su cuerpo, dos pruebas exigentes a día seguido con un desnivel positivo muy alto?

Tengo 40 años. A parte soy papá desde hace cinco semanas. El día del evento cumplí un mes de papá, entonces, ya se imaginará las pocas horas de sueño. Eso me hacía dudar mucho de mi capacidad porque estoy corriendo con atletas que tienen 18, 23 años. Gracias a Dios, la experiencia, el saber cómo recuperarme, cómo encarar la carrera, me ayudó mucho a ganar ambos eventos. Lo que más me hizo dudar es que competía a día seguido y ninguno de los corredores de 42 había competido en el Kilómetro Vertical, entonces uno les ve fresquitos, aparte muy jóvenes el día de la partida, pero allí viene el factor mental… Desde el inicio estuve marcando el ritmo y fue como un racimo de uvas, mientras iba sacudiendo, se iban quedando y al final fue una carrera de tres… Faltando dos, tres kilómetros empecé a dejar todo lo que tenía en el tanque para llegar solo a la meta.

– Proyecto de ascenso y descenso en velocidad de las cumbres más altas de cada continente

Mi proyecto madre es hacer las cumbres más altas de cada continente en récord mundial. Empecé en 2014 y hasta 2019, que pude salir al extranjero a imponer un récord, llevo cuatro de los siete en récord mundial.

Primero fue en África (2014) el Kilimanjaro (5.895 metros/6h42m); segundo fue en Sudamérica (2015) el Aconcagua (6.926 metros/11h52m); tercero fue Europa (2017) el Elbrus (5.642 metros/4h20m). El cuarto, el más duro deportivamente hablando y el más importante en mi carrera deportiva fue el Denali el más alto de Norteamérica (6.190 metros/11h44m).

Faltan tres para completar el proyecto que me consagraría como el primer ser humano en alcanzar los siete récords mundiales en speed climbing. Pero, los tres son logísticamente muy complicados (por la pandemia): el Carstensz Pyramid (4.884 metros – Oceanía), el Vinson Massif (4.892 metros – Antártica) y el Everest (8.848 metros – Asia). Estamos intentando, este próximo abril, conocer el Everest, subir sin oxígeno a ver cómo nos sentimos y así poder planificar el récord mundial en 2023.

– ¿Cómo avanza el proyecto de intentar el récord de velocidad de las seis montañas más altas del Ecuador?

Por la pandemia, dada la imposibilidad de salir del país, decidimos hacer un proyecto que se llama: “Cumbres Chevrolet Speed Climbing Challenge”. Decidimos hacer el récord mundial de velocidad en las seis cumbres más altas del país: Chimborazo, Cotopaxi, Cayambe, Antisana, Illiniza Norte y Sur.

Empecé en enero imponiendo una nueva plusmarca en el Cayambe (5.790m/ 2h09m00s). En marzo continué con los dos Illinizas (Sur 5.263m y Norte 5.116m/2h56m). El próximo será el Cotopaxi que está en mis manos el récord anterior (5.900m/1h37m en 2012). Cerraría con el Chimborazo (6.267m) en diciembre y con el Antisana (5.724m) a mediados de 2022.

– ¿Cuál ha sido su mayor desafío?

Mi mayor desafío ha sido como deportista recreacional llegar a profesionalizarme y vivir de esto… Lo más difícil ha sido creer en mí mismo, en verme como uno de los mejores corredores de montaña en el mundo. Siempre fue un tema de credibilidad, de falta de apoyo. Ahora a mis 40 años estoy absolutamente decidido a que quiero terminar con mis proyectos, quiero posicionar a Ecuador en lo máximo…

– ¿Cómo es su preparación?

No hay un libro que diga cómo hacerme un speed climbing. Es un deporte absolutamente nuevo para el Ecuador, nuevo para mí. Soy quien está abriendo un camino importantísimo y seguro vendrán otros más fuertes.

En algún momento quiero dejar escribiendo un libro cómo tratar con la altura, cómo entrenarse con la altura y toda esta ciencia que hay detrás de correr en una montaña y lo importante que es también como speed climbing la preparación atlética.

Por eso Karl trata de competir en el máximo nivel de trail todo el tiempo para poderme medir con los mejores exponentes del mundo. No se trata simplemente de ser bueno con el piolet, con los crampones, y de moverse en cualquier terreno sino hay que ser ágil, rápido y eficiente. Es un deporte muy híbrido entre montañismo, altura y el tema atlético. Muchas veces en los récords de velocidad el acercamiento es muchísimos kilómetros, entonces allí se define muchas veces el tiempo a romper.

– ¿Influye el peso, le vemos una persona muy delgada?

Totalmente. Uno a veces está en una semana dos tres veces en un glaciar, tiene un desgaste físico enorme, a veces llega a casa totalmente muerto de hambre, muerto de sueño, sin duda alguna es importantísimo el tema nutricional.

Entrenar en altura le desgasta mucho más al cuerpo que entrenar en el llano, es por eso que uno debe también darse sus tiempos de recuperación, de regeneración. Yo viajo dos, tres veces al año a la Costa para regenerar el cuerpo, los músculos. Hay meses que estoy 100, 150 horas en la montaña y hay veces que no estoy en la montaña, por eso es importante conocerse uno mismo.

Por los años que llevo haciendo esto, muchas veces entrenar en la montaña es contraproducente, hay veces que yo preparo un récord mundial totalmente en el llano, entrenando velocidad. Luego hago una adaptación a la altura y llego aclimatado.

Me ha llevado mucho tiempo conocerme, y sí, necesito ser flaco. Estoy con 61 kg y mido 1,75, siempre bordeo entre un 8 a 10 % de grasa en el cuerpo, no como carne de chancho, trato de evitar los fritos, las sodas, trato todos los días de comer en casa. Cuando entreno trato de llevar cosas naturales como extractos de jengibre, dulce de guayaba, todas estas cosas se van aprendiendo con la trayectoria.

– ¿Con la pandemia bastantes personas acuden a la montaña, pero tenemos esa cultura de cuidar estos espacios que son el pulmón de las ciudades?

Creo que está en nosotros como deportistas de elite, dar a conocer que son totalmente bienvenidos y a buena hora que vayan a la montaña, pero que seamos muy conscientes de qué llevar y cómo comportarnos, porque si hay algo que me duele mucho es ver basura en la montaña, ver como la fauna se aleja de áreas protegidas porque no existe el respeto a ellas. Nosotros podemos crear un cambio mostrando a los niños cómo acercarnos y la importancia que es de cuidar y salir a la naturaleza siendo conscientes.

– ¿Cuál sería el mensaje para los niños que quieren incursionar en el trail?

Uno ve el impacto que tiene el futbol y uno en el colegio casi no tiene otra opción y es algo que realmente tiene que cambiar en nuestro país. Los mejores resultados que tiene el Ecuador no vienen necesariamente del futbol.

Creo que es importantísimo ver a los jóvenes que hagan otro tipo de deporte, que estén más en la naturaleza. Si Ecuador tiene algo en potencia mundial es los deportes de aventura, la geografía, los lugares que tenemos tan cerca y siempre lo hemos dejado para los extranjeros. Me dio mucho gusto en este último clasificatorio mundial ver muchos jóvenes, niños, adolescentes codearse en los 14 km, en los 28 km. Me gustaría que no sean uno, dos sino 100, 200 como es en Europa. Creo que ya se está dando el primer paso con charlas en colegios, involucrar a instituciones para que vengan hacer naturaleza, que salgan a hacer trekking, que salgan a correr…

Mi mensaje final es que salgan a hacer deporte, que salgan a la naturaleza, que amen su propio país porque tenemos un país que no le pide favor a nadie en el tema de geografía para practicar deportes de aventura. (BST)-(D)

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