Productoras azuayas enfrentan el cambio climático con saberes ancestrales

Productoras de diferentes sectores de la provincia participaron ayer del encuentro sobre conocimientos ancestrales y cambio climático. BPR

Mujeres de la provincia dieron cuenta de las acciones para los cultivos en medio de la problemática.

El uso de fertilizantes naturales, abono orgánico, así como identificar las zonas idóneas para los cultivos, consideran las productoras azuayas como acciones para enfrentar los problemas derivados del cambio climático. 

En la provincia ya resulta complicado determinar el clima. El verano como el invierno son prolongados en los últimos años y causantes de las pérdidas en la producción.

  “El cambio climático se agravó desde el 2015”. Esas fueron las palabras de Nancy Huiracocha, representante legal de la Asociación de Productores Agroecológicos del Azuay. La agrupación congrega a 170 agremiados en su mayoría mujeres de los diferentes cantones.

Huiracocha cree que el uso de fertilizantes naturales brinda una mayor resistencia a los cultivos. Ella aprendió de sus abuelos a mezclar el ají con las plantas de ruda y santa maría para obtener un preparado que sirve en la fumigación contra la plaga conocida como cenicilla.

El abono orgánico también es importante. Así lo expresó Angélica Samaniego, de la Asociación de Productoras de la parroquia Ludo, del cantón Sígsig, quien aseguró que los componentes orgánicos fortalecen los cultivos y tienen más resistencia cuando se presentan sequías, lluvias o heladas.

La apicultura es otra actividad que siente los estragos del cambio climático en la provincia. En el cantón Santa Isabel, por ejemplo,  los apicultores se acostumbran a cambiar de localidad cada cierto tiempo a las colmenas de abejas.

De acuerdo con María Marquina, miembro de la Asociación de Pequeños Apicultores del cantón Santa Isabel, el invierno es el “peor enemigo y hemos tenido en este año muchas pérdidas”. Ante esto, se practica la “trashumancia” que significa el traslado de las abejas.

Proyecto

Las productoras participaron ayer con otras representantes rurales de la provincia en un diálogo e intercambio de conocimientos ancestrales sobre el uso del agua, fertilización, forestación y otras acciones para frenar el cambio climático.

El proceso está en marcha en cuatro provincias Azuay, Bolívar, Chimborazo y Cotopaxi.

El propósito, contar con un proyecto de sistematización, además de diferentes productos comunicacionales con el afán de combatir la problemática.

Viviana Erazo, coordinadora del equipo consultor del Proyecto Andes Resilientes que junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) organizaron el evento, comentó que se busca que los productores jóvenes o quienes desconocen de estos saberes ancestrales los pongan en práctica.

En noviembre del presente año se prevé tener un primer resultado del proyecto para compartirlo con los diferentes sectores, previo a la generación del resultado final. (BPR)-(I)

Trabajo con asociaciones

El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) trabaja al momento con 80 asociaciones de productores de la provincia que son parte del programa de la Agricultura, Familiar Campesina. Un 80 % de estas asociaciones están integradas por mujeres.  

Pablo Jerves, director provincial de MAG en Azuay, explicó que se mantiene convenios con las juntas parroquiales para apoyar el trabajo de las asociaciones unificando los saberes ancestrales con las nuevas técnicas.

El MAG ha implementado, por citar, diez centros de acopio de leche en Azuay con una contraparte de las asociaciones. Asimismo, la dotación de semillas, pastos, asistencia parcelaria, entre otros insumos.  

Jerves fue claro en decir que el fin es optimizar los espacios productivos, sin la necesidad de ampliar la frontera agrícola, y enfrentando el cambio climático. (I)

DETALLE

El encuentro se efectuó ayer en el Centro Agrícola Cantonal de Cuenca, sector Estación de Cumbe. En el taller participaron productoras de los 15 cantones de la provincia del Azuay.