La unidad de materia

Gerardo Maldonado Zeas

El proyecto de Ley Orgánica de Creación de Oportunidades, Desarrollo Económico y Sensibilidad Social fue devuelto por el CAL al presidente Lasso, aduciendo que contiene algunos “vicios de inconstitucionalidad” entre estos, el no abarcar una unidad de materia.

En la búsqueda del Desarrollo Económico no se pueden realizar procesos, separando al mercado de trabajo y salarios, al de los bienes y servicios, al mercado monetario, y a los impuestos, porque se rompería el nexo que conduce al fin concreto, al objetivo final; en este caso, entregar al país un marco normativo para cubrir necesidades indispensables para su crecimiento, incrementar el empleo formal, mejorar la productividad y reducir gastos innecesarios.

Si se toman decisiones en materias laboral y tributaria, éstas tienen influencia en otras áreas. Y tal como ha resuelto hace poco tiempo la Corte Constitucional, criterio invocado en la exposición de motivos de la propuesta de ley “el juicio de constitucionalidad por presunta violación al principio de unidad de materia verificará la existencia de una relación de conexidad entre la norma cuestionada […] y la materia respectiva…”

Como era de esperarse, sin una mínima responsabilidad, los integrantes del CAL que negaron el avance del proyecto de ley, incluida la vicepresidenta de la Asamblea Bella Jimenez, que dicen pidió diezmos para hacerse una cirugía plástica, no discutieron la propuesta en la cual se prevé, reformar o eliminar ciertos artículos de leyes vigentes, al declararla “simplemente” inconstitucional. Conclusión que no considera el propio criterio de la Corte Constitucional: “el principio de unidad de materia solo resultaría vulnerado cuando el precepto de que se trata se muestre objetiva y razonablemente ajeno al contenido temático de la ley de la que se hace parte”

Sabemos de sobra a quienes no les interesa ver al país fuera de la cloaca a la cual le han conducido, como producto de la corrupción y los intereses personales basados en la codicia, la ambición política, y la falta de respeto total a sus electores. (O)