La Universidad de Cuenca, este 15 de octubre, celebró su aniversario 154, constituyéndose en la más antigua y de mayor prestigio del sur ecuatoriano. Fue creada por decreto legislativo el 15 de octubre de 1867, bajo la Presidencia de Jerónimo Carrión, naciendo con el nombre de Corporación Universitaria del Azuay, siendo su primer rector el abogado Benigno Malo Valdivieso. Posteriormente, por decreto legislativo del 30 de junio de 1897 se denomina Universidad del Azuay, para en forma definitiva en 1925 tomar el nombre de “Universidad de Cuenca”. Nace con las facultades de Jurisprudencia, Medicina y Farmacia, Filosofía y Literatura y Teología.
A finales de los 60, la Universidad de Cuenca se identifica con la lucha de los pueblos asumiendo como propias sus protestas y teniendo un importante protagonismo los estudiantes liderados por la FEUE, situación que conlleva a que el presidente Velasco Ibarra clausure todas las universidades en el año de 1970. En el año 1971, se da la reapertura de la universidad, retomando la misión de luchar y estudiar junto al pueblo.
La Universidad de Cuenca cuenta con egresados notables como Matilde Hidalgo, Remigio Crespo Toral, Carlos Cueva Tamariz, Efraín Jara, Rosalía Arteaga, Flor Salazar, Gustavo Vega y muchos más, que han dado lustre a la ciudad y al país, y que avalan la trascendencia de un centro de estudios que hoy más que nunca se enfrenta a nuevos y difíciles desafíos como son el recorte presupuestario, amenaza a su autonomía y libre ingreso a la universidad, a pesar de todo, tiene una brillante protagonismo a nivel nacional e internacional, no obstante que la SENESCYT de la “RC” inexplicablemente trató de desprestigiarla. Hoy se encuentra liderada por la primera mujer como Rectora: la doctora María Augusta Hermida, teniendo la enorme responsabilidad de continuar sumando al prestigio del centro de estudios en función de la cultura y el desarrollo de la ciudad y el país.
En este aniversario saludamos a la “Universidad de Cuenca”, parte importante de la historia de Cuenca y del Ecuador, y auguramos mayores éxitos en base a su autonomía y la identificación con su pueblo (O).
