Endeudarse no es malo

Bladimir Proaño

Luego del correísmo, las relaciones económicas internacionales del país con el resto del mundo empezaron a girar en otras direcciones. Dejamos a la China como un acreedor de primera línea; y por todo lo que se dijo de aquellas relaciones comerciales y financieras con ese país, se iniciaron mayores acercamientos con el FMI. Y más allá de que este organismo que, sin duda, también está renovándose de lo que significaba para América Latina y para nuestro país en las décadas de los 80´s y 90´s, hoy con los acuerdos que los últimos ministros de economía han tenido los acercamientos, no sorprenden que, como todo financista, si presta plata debe poner sus condiciones, y recordamos estos hechos en octubre 2019, y lo que hoy varios sectores también quieren recordar aquellas famosas Cartas de Intención con el FMI.

Entre las condiciones que se hacían por parte de este organismo, entre otras, era la reducción del déficit fiscal y la eliminación de los subsidios; y esto viene desde mucho antes, entonces, hoy no debe incomodarnos que el Gobierno, insista en ambos objetivos para tomar deuda. Recuerdo que se publicaba en 2010, Growth in a time of debt (Crecimiento en una época de endeudamiento) y se afirmaba que cuando la deuda de un país supera el 90 %, el crecimiento de la economía es inviable. Este aserto, nacido de dos cerebros de Harvard y sobre el que se asientan las políticas de austeridad fiscal y el recorte drástico del gasto, fue rápidamente cuestionado y muchos economistas señalaron que una correlación negativa entre la deuda y el comportamiento económico no significaba necesariamente que la deuda elevada fuese la causa de un crecimiento lento. Podría ocurrir perfectamente lo contrario, y que el mal comportamiento económico condujese a una deuda elevada. Lo habitual es encontrar cierta correlación entre la deuda elevada y el crecimiento lento (pero nada que se pareciese a un punto de inflexión en el 90% ni, de hecho, en ningún nivel concreto de deuda) y la evidencia empírica demuestra cierta correlación entre la deuda elevada y el crecimiento lento, sin nada que indique cuál de ellos causa qué, pero sin rastro alguno de ese umbral del 90 %.

La teoría económica explica que es la naturaleza volátil de la confianza, incluida su dependencia de las expectativas de la gente sobre acontecimientos futuros, lo que hace tan difícil predecir el momento de una crisis de deuda, por lo tanto, endeudarse no es malo, si las políticas de austeridad del gobierno no busquen reventar los pilares del Estado de bienestar, y se racionalicen para asegurar la paz (estabilidad) social. (O)