¿Cómo salimos de la crisis?

Eduardo Sánchez Sánchez

Innúmeros son los hechos que conducen a vivir a nuestro Ecuador esta crisis de valores, cubierta de corrupción, de mafias y nefastos personajes que hacen de la institucionalidad y de los Institutos como el IESS que es de quienes trabajaron y trabajan en Ecuador y no de aquellos que hicieron botín de asaltantes con compras, robo de equipos y medicamentos y más actos de inmoralidad e ilegalidad que laceran el futuro de los ecuatorianos. Y no pasa nada, más allá de denuncias y alharaqueras que oscurecen el futuro de los ya jubilados y de las nuevas costras laborales que buscarán sobrevivir de la renta de seguridad social.

Una vez más somos testigos de amenazas y protestas, aún de aquellos que fueron maltratados, perseguidos y encarcelados por la otra hora gobernante. Cada quien lleva el agua para su molino, y todo depende del color del cristal con el cual se mire. Más, la verdad es que por importante que es la población indígena en Ecuador (6.35 %), no son los dueños y amos del País como para tomar decisiones y bloquear la economía asfixiada por la pandemia, ocasionando más tragedia manifiesta con el hambre, desempleo y desesperanza de todo el pueblo.

Las cifras no mienten, el 5 % de la población ecuatoriana realiza protestas de todos los tintes, hasta bloqueo de carreteras y daño al patrimonio de la Capital y el 95% miramos los hechos a través de los noticiarios. La cifra de los protestantes es pequeña, ellos están alineados y ocasionan pérdidas ingentes en una economía alicaída del Ecuador, de los más pobres, de aquellos que han caído en tragedia económica y social, y cuando se trata de salir adelante por haber recibido la vacuna contra la COVID 19, surgen los   dueños del futuro y detienen la marcha del Ecuador, y obstruyen la recuperación de los ecuatorianos, gestando más tragedia para los más necesitados. (O)