Lukashenko habla con Putin de la situación en la frontera bielorruso-polaca

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko,

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, habló hoy teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin, de la situación en la frontera bielorruso-polaca, donde están varados varios miles de migrantes que buscan entrar en la Unión Europea (UE).

«Durante la conversación de los líderes se abordó ante todo la situación en la frontera bielorruso-polaca, así como acciones conjuntas para la defensa de las fronteras de la Unión Estatal (de Rusia y Bielorrusia)», señaló la agencia oficial bielorrusa, BELTA.

Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó en una rueda de prensa que Rusia «hace todo» para ayudar a resolver la crisis migratoria en la frontera, que la UE considera una «guerra híbrida» lanzada por Lukashenko para desestabilizar el club comunitario.

«Como sabéis hacemos todo para ayudar a resolver esta crisis. Una serie de representantes de países de la Unión Europea, incluidas Francia y Alemania, se han dirigido al presidente Putin. Nos piden prestar ayuda y nosotros estamos dispuesta a darla», dijo el jefe de la diplomacia rusa.

Subrayó que el primer paso para el arreglo de la crisis es el diálogo directo entre el Gobierno de Bielorrusia y la UE.

«Es bueno que por fin hayan conversado la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente Lukashenko. Según entiendo -naturalmente, no conozco los detalles- acordaron continuar los contactos parea la búsqueda de soluciones», dijo Lavrov.

El líder bielorruso afirmó hoy que propuso a Merkel una vía de arreglo a la crisis migratoria y que ella pidió debatirla con los miembros de la UE y volver a contactarle.

El ministro ruso expresó su esperanza de que «el sentido común prime en lado polaco de la frontera».

A su vez calificó de «violación de todas las normas imaginables del derecho humanitario», las acciones de los efectivo polacos, que hoy repelieron en la frontera a un grupo de migrantes con uso de cañones de agua, gas lacrimógeno y granadas aturdidoras. EFE