Johnson reitera a Putin su compromiso con la «integridad» de Ucrania

El primer ministro británico, Boris Johnson, recalcó en una conversación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el compromiso del Gobierno del Reino Unido con la «integridad territorial» y la «soberanía» de Ucrania.

Ante el despliegue militar ruso en la frontera ucraniana y la posible amenaza de una invasión en las próximas semanas, Johnson alertó a Putin de que «cualquier acción desestabilizadora» en la región «sería un error estratégico que tendría consecuencias significativas», indicó en un comunicado un portavoz de Downing Street.

El diálogo entre ambos mandatarios se produce después de que este fin de semana los ministros de Exteriores del G7 reunidos en Liverpool (norte de Inglaterra) advirtieran de que una agresión militar rusa desencadenaría una respuesta por parte de los aliados occidentales con un «alto coste» para Moscú.

El primer ministro británico insistió hoy en la «profunda preocupación» que las decenas de miles de militares rusos que han sido enviados a la frontera ucraniana generan en su Gobierno.

El Reino Unido es partidario de «trabajar a través de canales diplomáticos para desescalar tensiones» e «identificar soluciones duraderas», trasladó Johnson a Putin.

En ese sentido, el jefe de Gobierno del Reino Unido resaltó la importancia del «diálogo sobre la seguridad internacional y regional».

Se mostró además de acuerdo con el presidente ruso en que resulta «imperativo» que todas las partes respeten los términos del Protocolo de Minsk, el acuerdo que puso fin en 2014 a la guerra en la región oriental ucraniana del Donbás.

Los dos líderes abordaron asimismo las conclusiones de la última cumbre del clima COP26 en Glasgow (Escocia), a la que Putin no asistió.

Ambos «dieron la bienvenida al progreso para atajar el cambio climático y proteger los bosques», detalló la nota del despacho oficial de Johnson, y convinieron en que la colaboración bilateral entre Londres y Moscú es «crítica» para cumplir con los compromisos de Glasgow. EFE