Tiempos de amor y paz

Hernán Déleg Pacheco

El mundo cristiano comienza a respirar las fiestas navideñas, armamos el arbolito, colocamos guirnaldas, anunciando que queremos Paz y Amor sobre nuestros hogares. Se viene planificando las vacaciones por el fin de año, es una etapa quizá la más feliz, para creyentes o agnósticos, llámese gitanos o judíos, o como se llamen, nos preparamos para abrazarnos con familiares, amigos o vecinos.

Ya los niños piensan en “Papa Noel”, y más de uno estará escribiendo su cartita…Parece que el mundo se transforma, aceptamos lo que somos como seres humanos, más allá de que si son distinguidos, leídos o escribidos o “No” eso da igual; todos nos damos la mano; desde luego habrá excepciones, pues un nuevo año está por comenzar y en el cabemos TODOS.

Sea quien sea, creyente o No, hay festejo y se festeja el ser humano por el ser humano; se rejuvenece el amor por los “viejos” y nos hacen brindar por esa promesa de Amor y Paz, por aquellos que hicieron posible la vida…Por una sociedad más humana, por eso hay que aceptar lo que somos, siempre orientando hacia lo mejor, Salud y Prosperidad.

Estos tiempos son de Perdón, y para ello hay que erradicar el mal, la falacia el odio por el odio, la calumnia y todas las “costumbres” maléficas; y aunque les duela a aquellos en el alma, siempre se busca la Justicia…

Recordemos a Todos, el derecho a vivir como tales, por algo tan elemental no sea un imposible. Y por este regalo que me dio la vida, deseo unas Felices fiestas a todos los lectores de este diario y en especial para aquellos que hacen posible esas utopías de transformación de enanos en gigantes, que no es lo que recibimos de herencia de los años anteriores, sino lo que dejemos a las futuras generaciones un mundo más limpio transparente y verde. Si (O)