¿Tenía que decirse?

Caroline Avila @avilanieto

La palabra “anarquista” está, en las redes sociales, junto con “Leonidas Iza,” “huesos” y “cárcel”. La tendencia fue colocada por las declaraciones del Presidente Guillermo Lasso al evaluar la intención del líder de la CONAIE de traer a cuentas a los asambleístas de Pachakutik ante la conocida Justicia Indígena. En política es común escuchar duras expresiones entre los adversarios. Gestos que promuevan mayor polarización y distancia entre quienes tienen miradas distintas sobre un mismo tema. El debate, la deliberación pública, se enriquece con argumentos y posturas divergentes, incluso con acusaciones debidamente fundamentadas. Sin embargo, las expresiones del mandatario ecuatoriano obtuvieron reacciones en cadena que merecen una segunda lectura. 

El gobierno se involucra en un conflicto entre CONAIE y Pachakutik, un gasto más en su comunicación política que no tiene mayor base que la necesidad de polarizar ante el único adversario que ha sido reconocido como tal: Leonidas Iza. Si esa inversión le genera o no réditos políticos al gobierno lo sabremos más adelante, por ahora las evaluaciones no le favorecen al mandatario quien, al parecer, se ha comprado lío ajeno. 

Con esta exposición-ataque a Iza, se han activado las distintas tendencias de izquierda y más de un movimiento está aprovechando el momento para consolidar su unidad.  Si bien al gobierno le funciona el “divide y vencerás” que promueve en Pachakutik, este gesto de acusación a Iza podría provocar lo contrario, colocar al dirigente de la CONAIE en el cuadrante de víctima del poder y conseguir la unidad y el respaldo solidario.

Finalmente, en el escenario menos dramático, quienes consumen política no pueden evitar comparar estas expresiones con los discursos de las sabatinas en las que los adversarios quedaban incluso humillados por actuar en oposición al poder.  Seguro hay diferencias en la forma y en el fondo, pero eso no quita las semejanzas que también resuenan en la memoria de la gente.

¿Tenía que decirse?, ¿tenía que decirlo el Presidente? ¿Su pragmatismo y frontalidad justifican estos escenarios?  Tal vez no. (O)