Sacrificios humanos

Aníbal Fernando Bonilla

Sacrificios humanos (Editorial Páginas de Espuma, Madrid, 2021); conjunto de cuentos cortos de María Fernanda Ampuero, inundado técnicamente de intertextualidad y de varias herramientas narrativas (por ejemplo, finales con giro abierto), desde una perspectiva testimonial irónica y mordaz; perversa y desoladora, en donde la huella migratoria, violencia de género, intolerancia, inequidad, marginación, relación familiar, exploración sexual, añoranza infantil y adolescente, y otros aspectos merodean con ingenio y crueldad en sus páginas. Luces y sombras de un mismo artificio a ratos envolvente y, en otros, demoledor con la psiquis de sus personajes. En el cuento Invasiones, su colofón contiene una resignificación de La casa tomada, de Julio Cortázar.

Son relatos que supuran dolor y estremecen la armonía interior; de alguna manera provocan un remezón en la conciencia lectora y ahondan en los recovecos y sombras de nuestra realidad. Propuesta descarnada que embiste el rastro de la condición humana. En esta construcción estética aparecen monstruos mitológicos y terrenales. ¿Quiénes hacen más daño en esta tragicomedia existencial? ¿El padre en acto incestuoso? ¿El marido que maltrata salvajemente a su pareja? ¿El solapado abusador de menores de edad? ¿El borracho que apalea a su novia? ¿El pervertido disfrazado de religioso? ¿El niño que juega con sanguijuelas? ¿La misoginia como práctica depredadora ante ojos silenciosos y cómplices?

Las pasiones se desbordan a tono con la esperanza, angustia y desenfado del ser. Por eso, el amor y el desamor, la pobreza y la opulencia, la sinceridad y la felonía, el afecto y el rencor se entremezclan en una radiografía social que devela los rostros hipócritas y que increpa la actitud individualista y mezquina (clasista y racista) en detrimento de las otredades.

Es un compendio literario autoficcional cuestionador al sistema dominante, con pasajes de la historia oprimida del Guayaquil profundo, o a su vez, con sucesos hiperbólicos, brutales, vehementes engendrados en cualquier otro ambiente geográfico. Ampuero esboza frases demoledoras y contundentes: «Las mujeres desesperadas somos la carne de la molienda. Las inmigrantes, además, somos el hueso que trituran para que coman los animales»; «Fue la primera vez que pensé en mi propia muerte y la muerte era exactamente eso; estar sola en un callejón al que nunca le da el sol y que nadie, nunca, te vaya a buscar»; “Hay momentos en toda vida en el que se entiende todo a un nivel más profundo que la propia capacidad de comprensión”.

Libro punzante, que emociona hasta la saciedad, tal cual la anterior obra de la misma autora: Pelea de gallos (Páginas de Espuma, primera edición, 2018). (O)