La gente que hizo Cuenca

Mario Jaramillo Paredes

Hubo personas que con sus obras hicieron de Cuenca la ciudad que admiramos. Pero, muchas de ellas no han sido suficientemente reconocidas, como dice el blog: 

“Historia y Personajes de Cuenca” que tiene publicaciones de gran interés.

Recientemente hizo una referencia resumida a Francisco José Moscoso Cárdenas (1832-1896).  Él hizo tanto en bien de la gente necesitada que no parece obra de una sola persona. Fundó y fue segundo Presidente de la Conferencia San Vicente de Paúl. Fundó el primer hospital civil en San Blas. Con el apoyo económico de Don Tadeo Torres fundó el primer Asilo de ancianos de Cuenca. Con el sacerdote Miguel León construyó la Casa de la Temperancia en San Sebastián, edificio que sirvió luego como cárcel municipal entre 1924 y 1939. Hoy es la sede del Museo Municipal de Arte Moderno y fue restaurado por iniciativa de otro gran cuencano que hizo mucho por la cultura y por la ciudad: Hernán Crespo Toral. En 1889 fundó el Asilo de huérfanos del Azuay. Construyó el primer Leprocomio de la ciudad en la zona de Cullca contando para ello con la atención de las Hermanas Dominicas traídas desde Francia para atender a los enfermos y dedicarse a la educación. Decenas de leprosos abandonados por sus familias y rechazados por la sociedad encontraron allí un albergue para ser atendidos y vivir con dignidad. Fue promotor del edificio de los Hermanos Cristianos levantado con planos del hermano Juan Stiehle, que también como sabemos diseñó la Catedral Nueva. Como señala el blog mencionado, fue una persona fuera de serie. La gente confiaba en él y con el apoyo económico de algunos ciudadanos, así como con su propio dinero atendió los últimos años de su vida a cerca de doscientas familias de escasos recursos. Murió pobre de dinero, pero con una riqueza y una calidad humana pocas veces vista. Fue solidario en sus actos mientras otros lo son solamente en el discurso. (O)