Beneficios de la música

Marco Carrión Calderón

Beneficios de la música Una excelente noticia para los amantes y aficionados a la música clásica es el descubrimiento realizado hace un tiempo en la Universidad de Helsinki de que escuchar con frecuencia este tipo de música activa los genes asociados con la función cerebral y ayuda a prevenir las enfermedades neurodegenerativas como son el Parkinson, la demencia senil y la enfermedad de Alzheimer.

Escuchar música es una compleja función del cerebro que provoca cambios en este órgano, tanto en sus células (neuronas) como en su funcionamiento. Todavía no se conocen los efectos a nivel molecular.

Se ha realizado estudios en la sangre de un grupo de personas antes y después de escuchar un concierto de Mozart (Concierto para violín N. 3). Se concluyó que escuchar música clásica con frecuencia aumenta la actividad de los genes implicados en la secreción de dopamina, generadora de alegría y bienestar, el aprendizaje y la memoria, así como la neurotransmisión sináptica. También contribuye a frenar la actividad de los genes que están involucrados en la degeneración cerebral y del sistema inmunitario.

Curiosamente, varios de los genes analizados que se activan al escuchar música están presentes también en los pájaros cantores y son los responsables de que esas aves aprendan a cantar. Esto sugiere que existe «un trasfondo evolutivo común en la percepción de los sonidos entre los pájaros cantores y los humanos».

En su opinión, los resultados de esta investigación ofrecen nueva información sobre el origen molecular de la percepción musical y la evolución, y abren la puerta a nuevos descubrimientos acerca de los mecanismos moleculares subyacentes en la musicoterapia.

Voy a insistir algo que ya he dicho antes: la música clásica no tiene que ser entendida, no hay que buscarle un significado ni tratar de encontrar qué quiere decir. Se trata de simplemente disfrutar de la belleza de los sonidos, de la instrumentación. Y es así como unas personas disfrutan con la música de Bach, otras con la de Beethoven o de Verdi. Y si alguien disfruta con el rock, o la bachata, o la cumbia, no hay problema porque se puede también gustar de obras clásicas en otros momentos. (O)