El sector productivo de Cuenca mira con cautela los pasos para un tratado de libre comercio con China

Ecuador y China analizan un Tratado de Libre Comercio (TLC) que permita potenciar y diversificar la relación comercial entre estos dos países.

Días atrás, Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, adelantó que existe interés de continuar coordinando varios temas globales, como el apoyo multilateralismo y una economía de libre mercado.

La situación es analizada por Andrés Robalino, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca (CIPEM). “El acuerdo con China es un Tratado de Libre Comercio donde se incluirán entre 14 a 15 mesas de negociación en temas de acceso a mercado, aduanas, inversiones”, explicó Robalino.

Existe una preocupación por parte del sector industrial de Cuenca. “Si es mal negociado el acuerdo con China podría ser el inicio de la desindustrialización del país y nuestra ciudad sería la más afectada”, agregó el director ejecutivo de la CIPEM. Esto tendría como consecuencia una alta cifra de migración por falta de empleo.

Para no llegar a esta situación sugiere que los términos de referencia que deben ser firmados como inicio de las negociaciones sean consensuados con el sector industrial. “Esos términos son las reglas básicas en la que se va a basar el acuerdo, la cantidad de años en la que se va a desgravar, apoyo técnico… Esos términos deben ser revisados, aprobados y consensuados con el sector productivo”, detalló Robalino.

Además, el país debería capacitar a los negociadores ecuatorianos para ganar experiencia. “China es un país que va a negociar fuerte, con posiciones complejas y se necesita a negociadores que puedan defender los derechos y Ecuador no salga perjudicado”, se refirió.

Sectores beneficiados

El acuerdo con China beneficiaría a sectores agroindustriales, petroleros y mineros, pero se teme la afectación a Cuenca, que es una ciudad que vive de la industria. Para que esto no llegue a pasar, se debe incluir dentro del acuerdo desgravaciones arancelarias de 15 años, más algunos años de gracia. “Las industrias en Ecuador no son competitivas, no porque no invierten, sino porque el país en sus políticas productivas no ha sido competitivo… Tenemos una ley laboral del año 1938, no tenemos zonas francas que incentiven la exportación, no hay devolución de impuestos a la exportación -lo que sucede en otros países-, las vías del austro ecuatoriano son desastrosas”, señaló Robalino.

Si esta situación no se soluciona, ni los 15 años de desgravación con China serán suficientes, caso contario, este tiempo pasará y el producto chino ya estará en el mercado ecuatoriano sin pagar aranceles y afectará a la producción nacional, siendo Cuenca una de las ciudades perjudicadas, agregó.

El abogado Francisco Gottifredi, especialista en derecho aduanero, comercio internacional y asuntos corporativos, explicó que las negociaciones de TLC que lleva adelante el Gobierno Nacional, deberán tener puntos de común acuerdo, en los que no se afecte a la producción nacional y de igual manera sea competitiva y se abra a mercados internacionales. “De llegarse a esos puntos sería fantástico porque las empresas ya no tendrían un mercado limitado que es el ecuatoriano, sino tendrían un mercado de millones de personas. Eso genera dinamismo, inversiones», fue el punto de vista de Gottifredi.

El profesional dijo que se debe garantizar la seguridad jurídica para los emprendedores, empresas, productores y así llevar adelante el acuerdo comercial.

República Dominicana

Una situación diferente es la que se vive con las conversaciones para un Tratado de Libre Comercio con República Dominicana. Las conversaciones con este país se han solicitado en los últimos 13 años, al igual que con los países del Caribe y Centroamérica, porque son productores de agroindustria y poca manufactura. “Sectores como el de línea blanca, cerámica, neumáticos son potenciales y ya están en esos mercados, pero los acuerdos contribuirían para reducir aranceles, facilitar comercio y Ecuador sería el ganador”, finalizó Robalino.