Internet y Desigualdad

María Eugenia Moscoso C.

Que la educación ha sufrido el impacto de la pandemia, es una verdad a la vista. Al restringirse por el Coronavirus, la presencialidad en la educación, la alternativa que se ha desarrollado ha sido la clase por zoom. Sin embargo, la falta de Internet en la escuela rural es lo más frecuente, marcando esa desigualdad tan dolorosa y lamentable; la posibilidad de estudiar y avanzar en su conocimiento, al estudiante del campo, se le ha complicado, tremendamente. Es ésta una realidad lacerante que, la hemos confrontado durante estos dos años y no sabemos si esta situación se prolongará. Que el niño o el joven de la ruralidad registra una lacerante desigualdad en todos los aspectos de la vida y no digamos, en la posibilidad de poder sustentar el aprendizaje a través de una computadora y con la satisfacción de introducirse en el ilimitado mundo del Internet, aspiramos que, pronto se logre ampliar el uso y el dominio del Internet en la ruralidad.

No hay duda que el Coronavirus ha trastornado al mundo. El Universo entero se ha alterado y apenas existe, situación en torno a la vida humana, que no se viera afectada. Es hora de esperar que la normalidad nos permita volver al trabajo, a la educación, a la salud y que las relaciones interpersonales cobren la espontaneidad de la que gozábamos años atrás.

Expresamos nuestra esperanza porque la incertidumbre no continúe siendo nuestra brújula que, ha guiado los pasos del ser humano, en este largo tiempo de pandemia. (O)