Agrotoken, la empresa argentina pionera en convertir granos en criptoactivos

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Buenos Aires.- La empresa Agrotoken se convirtió en la primera compañía del mundo en transformar toneladas de granos cultivados en Argentina en criptomonedas, un negocio que crece, capta la atención de inversores internacionales y ya planea su expansión a otros mercados, con un próximo desembarco en Brasil y EE.UU.

La empresa fue creada a finales de 2020 por Eduardo Novillo Astrada y Ariel Scaliter y en poco tiempo ha desarrollado su negocio a la par del «boom» que atraviesan las criptomonedas en Argentina, donde hay cada vez más inversores comprando y utilizando estos activos como alternativa de ahorro y de pago.

En este mundo digital en efervescencia, Agrotoken se enfoca en un sector concreto pero más que relevante para la economía argentina, el agrícola, creando «stablecoins» (criptomonedas estables) cuyo respaldo son granos.

«Fuimos los primeros del mundo en ‘tokenizar’ ‘commodities'», dijo en una entrevista con Efe el director ejecutivo de Agrotoken, Eduardo Novillo Astrada, cofundador de la empresa y reconocido exjugador argentino de polo.

El negocio se basa en la «tokenización»: convertir un activo físico en uno digital con el objetivo de darle liquidez en la transacción.

DEL GRANERO A LA BLOCKCHAIN

Cada «token» de SoyA (respaldado por soja), CorA (maíz) o WheA (trigo) equivale a una tonelada de ese mismo grano que se encuentra físicamente reservada en un acopio.

Asimismo, cada tonelada está validada por una PoGR (prueba de reserva de granos, por sus sigla en inglés), auditable en todo momento mediante la «blockchain» de Ethereum, a la que pronto se sumarán otras dos «blockchains».

Novillo Astrada reconoce el desafío no menor que representa para su empresa el tender un «puente» entre el dinámico mundo financiero digital y los productores rurales, quienes, si bien «adquieren la tecnología muy rápido» para producir en el campo, no lo hace en otros ámbitos, como las finanzas.

«Nosotros estamos creando esa confianza entre los productores», sostuvo.

En vez de tener inmovilizados los granos en su campo, un productor puede convertirlos en «criptos» y utilizarlos para, por ejemplo, adquirir insumos agrícolas, maquinaria o combustible, generar una garantía para pedir préstamos, cambiarlas por moneda local o cualquier otro activo digital o mantenerlos como ahorro para protegerse de la elevada inflación en Argentina.

Cada «token» cotiza de acuerdo a las variaciones de los precios de los granos referidos por el mercado Matba-Rofex de Argentina.

A LA CONQUISTA DE AMÉRICA

En diciembre pasado, Agrotoken consiguió fondos por 5 millones de dólares en su primera ronda de inversión de capital «semilla», liderada por el fondo argentino Xperiment VC y con la participación de otras firmas inversoras de capitales locales, brasileños y estadounidense, un impulso clave para el crecimiento de la empresa.

«El objetivo es llegar en el primer semestre de este año a Brasil y calculamos que para mitad de este año, cuando estemos ya operativos en Brasil, nos vamos para Estados Unidos», dijo Novillo Astrada.

Agrotoken planea lanzar hacia abril un «token» respaldado con soja en Brasil.

«Estamos creciendo, aprovechando el ser los primeros y el tener el conocimiento de cómo tokenizar activos físicos o commodities, que no es algo tan fácil», señaló el empresario.

El café de Colombia, el etanol y la caña de azúcar de Brasil y las tierras para cultivo ya están en la cartera de potenciales nuevos «tokens» que explora la compañía, que también piensa en saltar la cerca del campo hacia el mundo de los hidrocarburos, la energía eólica y solar y el litio para transformarlos en criptoactivos.

«Nos dimos cuenta de que hay una oportunidad y la idea es convertirnos en una plataforma de tokenización de recursos naturales. Estar en América, desde Canadá hasta Argentina, tiene todo el sentido del mundo porque en América hay gran cantidad de recursos naturales», añadió Novillo Astrada. EFE