¡Guerra preocupa al planeta!

Gonzalo Clavijo Campos

Cuando el mundo entero no se recupera de la recesión económica por la pandemia que aflige estos dos últimos años: 6 millones de personas fallecidas y contagios que superan los 431 millones, con la moraleja “aprendida” de lo imperioso que es la unidad y solidaridad individual y colectiva para afrontar esta emergencia, nuevamente se siente absorto y amenazado por la despiadada invasión armada contra Ucrania.

Ucrania es un país soberano ubicado en Europa Oriental, posee una extensa superficie de 603.550 Km2, gran riqueza natural, con una población actual de 41.418.717 habitantes, Kiev es la capital, su religión es la ortodoxo-cristiana.

El conflicto bélico tiene su origen hace más de 31 años, cuando en 1991 se disuelve la Unión Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. La alianza entre Ucrania con la OTAN implica la pérdida directa de la influencia de Rusia sobre este país, la cual, se pretende recobrar por intereses geopolíticos; de cualquier forma, no importa qué pueda escalarse, a una temible guerra mundial con la participación de EEUU, China, Rusia, Unión Europea y otros estados.

Vladímir Putin presidente de Rusia anunció este 24 de febrero una «operación militar» en Ucrania y comenzaron los bombardeos en gran parte del país, incluida la capital Kiev. Las Fuerzas Armadas de Rusia neutralizan la defensa antiaérea de Ucrania y destruyeron inmisericordemente  valiosa infraestructura. La comunidad internacional condena los ataques.  Se conforman las noticias de las primeras víctimas de la guerra: centenares de soldados y civiles, niños inocentes.

Una guerra siempre será inadmisible, pues, acarrea grandes sufrimientos humanos afectando la salud física y mental de la población; se destruyen las ciudades, servicios básicos esenciales. Ya lo advertía Albert Einstein diciendo: “La fuerza siempre atrae a los hombres de baja moralidad”, el médico Alfred Adler dice que: la guerra es asesinato organizado y tortura contra nuestros propios hermanos. “Si los cobardes que deciden las guerras tuvieran que ir a pelearlas, viviríamos todos en paz”, Quino en su personaje Mafalda.  ¡Elevemos una oración ferviente al buen Dios para no llegar a un conflicto bélico mundial! (O)