Piden mayor conciencia a la hora de desechar las mascarillas usadas

Hoy en día es común observar estos artículos abandonados en lugares públicos.

En parques y calles de la urbe es común observar mascarillas desechadas por ciudadanos. Xavier Caivinagua/El Mercurio

La mascarilla como prevención del COVID-19 se ha vuelto parte de nuestro diario vivir durante los últimos dos años de pandemia.

Y, aunque por parte del Gobierno Nacional se ha anunciado la posibilidad de dejar de utilizarla entre abril y mayo, dependiendo de la positividad y como consecuencia de la vacunación, este artículo sigue siendo imprescindible. 

No obstante, a menudo se ha visto cómo las mascarillas usadas son desechadas en lugares públicos, como calles y parques, por parte de ciudadanos que las botan sin ningún cuidado, exponiendo así posibles contagios.

Wolfram Palacios, gerente general de la Empresa Municipal de Aseo de Cuenca (EMAC-EP), explicó que dichos artículos deben ser colocados en fundas negras, las cuales deben ser sacadas en horarios y frecuencias normales para que el vehículo recolector de basura pase retirándolas y llevándolas al relleno sanitario de Pichacay. 

Las personas que se encuentran contagiadas de COVID-19 deben regirse al protocolo del Comité de Operaciones de Emergencia (COE Nacional), versión 4, para manipular  las mascarillas.

Una vez utilizadas se las debe colocar en una funda junto con los desechos del contagiado, misma que a su vez debe insertarse en otra funda negra, en donde deben ir los objetos desechables de la persona que cuida al paciente. Esta bolsa posteriormente tiene que colocarse en otra funda que se utiliza para los desechos de casa.

Este tipo de material es trasladado a Pichacay, en donde se le da el debido procesamiento. “Entendamos que el virus se mantiene poco tiempo vivo en este tipo de superficies, por eso, al insertarlo dentro de estas fundas minimizamos cualquier riesgo de contagio de nuestros funcionarios”, expresó.

En cuanto a las mascarillas que son desechadas en espacios públicos, Palacios hace un llamado a la conciencia ciudadana. “Apelamos a que las personas no generen malos hábitos, pues las personas que botan estos objetos pudieran estar contagiadas y contagiar a otras. Cabe resaltar que nuestros funcionarios siempre usan implementos de protección para levantar este tipo de desechos, pero siempre estarán expuestos de alguna manera”.

Pichaybot

Por otra parte, Wolfram Palacios se refirió sobre cómo avanza el proyecto de las pichaybot, máquinas recicladoras de plástico PET en el cantón Cuenca.

El lanzamiento de mencionado plan piloto fue el 3 de agosto de 2020 y debido al éxito alcanzado se suscribieron convenios el 10 de febrero de 2021 para la elaboración e implementación de siete nuevas pichaybot, que en la actualidad se encuentran totalmente operativas.

“La idea es impulsar el cuidado y la protección del medio ambiente, a través de estas máquinas recicladoras en tres parques: De La Madre, El Paraíso y Tarqui-Guzho, y en cuatro parroquias rurales: Baños, Checa, Chiquintad y San Joaquín. Para el efecto, la EMAC-EP realizó una inversión de USD 52.442,25; mientras, Elecaustro hizo un aporte de USD 48.000”.

En este contexto detalló que, a partir del 16 de septiembre de 2021, hasta el 15 de febrero de 2022, han sido recuperadas 88.156 botellas PET.

El funcionario acotó que en la ciudad se generan aproximadamente 140 toneladas mensuales de plástico y material reciclable, que se recolectan a través de este y otros mecanismos, tales como la “funda celeste”, utilizada por los ciudadanos para reciclar este tipo de objetos en casa. “Con la implementación de las pichaybot inclusive incrementamos la vida útil de nuestro relleno sanitario de Pichacay”, añade. (I)