En Ecuador desde ya se piensa en suministrar la cuarta dosis de vacuna contra la COVID-19, a manera de refuerzo.
En declaraciones a EcuadorTV, Ximena Garzón, ministra de Salud, comunicó que dicho proceso inicie probablemente en mayo con el personal de salud y adultos mayores. Debido a la actual situación epidemiológica del país, inclusive, se analiza la posibilidad de descartar el uso de mascarilla en espacios abiertos.
Bernardo Vega, docente e investigador cuencano, indica que en todo este tiempo de pandemia se ha demostrado que la vacuna tiene una inmunidad limitada entre 4 y 6 meses, aproximadamente.
En este sentido, indicó que la cuarta dosis es necesaria tomando en cuenta la duración de la inmunización. De hecho algunos países, que han liderado la vacunación como son Chile e Israel, han tenido buenos resultados, acotó.
No obstante, Vega destaca que la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía se encuentra a la expectativa en cuanto a la cuarta dosis por dos razones.
La primera razón es que en varios países, principalmente de África no se ha logrado alcanzar una inmunidad adecuada, pues solamente el 10% de su población está inoculada con dos dosis, es decir, “hay una inequidad en la vacunación y evidentemente se debe priorizar las vacunas donde no se ha alcanzado una cobertura adecuada”.
El profesional de salud añade que debido a que estas poblaciones se encuentran parcialmente vacunadas pueden aparecer otras variantes que puede vencer la inmunidad y generar infecciones a una población más grande.
La segunda razón es que las vacunas que actualmente existen en el mercado fueron elaboradas principalmente para la variante alfa, con una limitada efectividad para las variantes: delta, gamma, ómicron, a tal punto que se ha planteado generar vacunas que tengan un espectro más amplio de cobertura en cuanto a inmunidad.
Vega sostiene que, por otro lado, las vacunas han demostrado su efectividad en Ecuador, con un plan de vacunación bastante organizado, sin embargo, la población con la tercera dosis apenas llega al 24%, cuando para hablar de una cuarta por lo menos se debería alcanzar una cobertura del 80% de la población.
“Basados en los resultados obtenidos en Israel y Chile, se ha evaluado la necesidad de iniciar este proceso con personas vulnerables que han sido vacunadas hace seis meses o personal de salud que tiene permanente contacto con casos positivos”.
Vega, incluso, habla de la posibilidad de que la vacuna sea incluida en el esquema de vacunación regular para disminuir la infección y transmisibilidad. “No sería descabellado plantearse una vacunación anual contra la COVID-19, a manera de refuerzos, pero no de forma masiva, sino justamente a la población que tenga menos defensas, dependiendo del comportamiento del virus y la aparición de nuevas variantes”.
12 a 18 años
Este jueves inició la colocación de la tercera dosis o refuerzo para personas entre 12 y 18 años, proceso que ya se viene aplicando en los mayores de edad.
De acuerdo al Ministerio de Salud Pública (MSP), el requisito es que hayan cumplido seis meses de aplicada la segunda dosis de la vacuna. Este grupo etario recibirá Pfizer-BioNtech en cualquier punto de inmunización en todo el país.
La cartera de Estado también indicó que la población en el rango de edad mencionado es de 2 millones, según el Vacunómetro, herramienta digital en donde se visualizan datos sobre la pandemia. Guayas, Pichincha, Los Ríos y Manabí son las provincias con mayor población.
Para que los niños, adolescentes y jóvenes sean vacunados se requiere la presentación de la cédula y el consentimiento informado, que debe entregarse por parte de los padres de familia o representantes legales.
En Azuay, Cañar y Morona Santiago se encuentran habilitados todos los centros de salud.
Adicionalmente están disponibles dos puntos de vacunación: coliseo Mayor y Gobernación del Azuay. A la par, brigadas de vacunación visitarán los establecimientos educativos en Cuenca. (I)
