Gula de poder

Claudio Malo González

El quinto pecado capital es la gula que se refiere a los excesos de comida, comilonas o como quiera llamarse. Pero este deseo inmoderado puede trasladarse a otras acciones humanas individuales y colectivas. Los Estados para mantener su soberanía necesitan de poder que se sustenta en armas, lo que se explica por razones defensivas ante amenazas extrañas, pero hay casos en los que lo que importa es demostrar poder bélico agrediendo sin razón ni justificación para incrementar su espacio físico o acrecentar la sumisión de los vecinos.

Lo que está ocurriendo con Rusia es un ejemplo grotesco de este abuso de poder. Invadir Ucrania sin razón alguna matando a ciudadanos de ese país porque su gobierno “cometió el pecado” de tratar de mejorar su vinculación con los de Europa Occidental, en uso de su soberanía. Este simple “coqueteo” tiene el costo de miles de muertos de un lado y otro, ya que Ucrania, con dignidad, ha decidido defenderse con plena conciencia de la desigualdad bélica, en lugar de entregarse al nuevo zar con pena y sin gloria.

Tratar de demostrar el enorme poderío militar al mundo agrediendo a un país que ni es, ni ha pretendido ser una potencia militar, es como si un campeón de boxeo tratara de demostrar su poderío agrediendo a un mozalbete de barrio indefenso. El rechazo mundial a esta cobardía es general y la respetabilidad que ha logrado, luego del colapso socialista marxista, ha caído por los suelos.

El gran vencedor de este abuso es Ucrania que ha demostrado heroica dignidad al combatir con un descomunal rival. El gran perdedor es Rusia cuya imagen internacional es la de un cobarde, ya que abusa de un pacífico inferior en armas es un repudiable acto de cobardía. Poder rima con joder. (O)