Guerra y Paz     

Hugo Darquea López

León Tolstoi escribió su célebre obra sobre la tragedia humana que significa toda guerra y el deber  de encontrar la solución de los problemas por el diálogo y el acuerdo, utopías  necesarias para construir un  mundo mejor.  Pasaron las décadas y el zarismo colapsó, imponiéndose por la fuerza de la revolución el sistema totalitario, el comunismo.  Décadas de dominio significó este sistema que se impuso por  70 años,  desde Lenin y Stalin,  a Gorbachov, quien pretendió un orden democrático y liberal, en sus cálculos reformistas. Pero en las realidades,  el soviet no ha sido superado, la burocracia dejó herederos y los magnates gobiernan en torno de Putín.  Su finalidad es retomar la política imperial, gobernando como  lo que es, un autócrata, al estilo del más remoto pasado.

 Desde su interés, Putin no puede admitir la disolución de la URSS,  ni la autonomía  de unidades estatales que han formado repúblicas  soberanas como Ucrania; que se gobierna desde la perspectiva liberal  y democrática.  Su decisión de unirse a la OTAN pone el punto de distancia con Rusia, que desde hace más de una década incursiona  en Crimea y otros territorios  que son parte del estado invadido por Rusia, razones geopolíticas  y económicas con  el control de la administración termonuclear, el gas y más recursos como los agrícolas, son las razones  de esta guerra, de la invasión y el genocidio.

Las Naciones Unidas deploraron  la guerra y la  invasión por 142 votos de los estados representados en la última Asamblea General. Pero nada ha cambiado. El cuadro de la guerra sigue lacerando la dignidad de los pueblos y la racionalidad humana han sido  una vez más destruidas.

Rusia y Putin deben retomar el camino del respeto al Derecho  que es el resguardo evidente de la Paz.  (O)