Honoris causa

Aurelio Maldonado Aguilar

Ayer tuvimos una noche memorable, donde el reconocimiento a una labor inmensa en bien del prójimo de un par de seres especiales, se puso en evidencia y desde luego, la gratitud inmensa de nosotros a los que nos toca con tibieza el homenaje, será imperecedera. La Universidad Internacional del Ecuador UIDE, y su rector Gustavo Vega Delgado, personaje de inmenso talento, sabiduría y generosidad, confieren la “Distinción rectoral en el grado de Honoris Causa” al Dr. J Guillermo Aguilar Maldonado y también el reconocimiento a su amorosa esposa Doña Lulú Torres Ochoa, como “Promujer adalid de Cuenca” Ellos dos, juntos como dos arroyos que formaron un solo río manso y benéfico, trabajaron día tras otro de sus vidas sin cansancio y sin ditirambos ni buscando la sórdida egolatría, en beneficio de la sociedad y de instituciones que supieron dirigir con enorme capacidad y con la nitidez y la honorabilidad del más honesto santo bíblico. En maravilloso, erudito y cálido discurso que, trazado en base de la idea del arte de resolver los enigmas de la vida, nuestro querido rector afirma que Guillermo Aguilar Maldonado “ha resuelto los enigmas y los ha resuelto con éxito, su vida es el testimonio triunfante de decenas, centenas de enigmas resueltos. Quizá el más difícil de todos, el enigma del amor de Lulú” También exclamó anoche lleno de elocuencia, sobre ella “Lulú, antígona moderna, triunfando para las dimensiones sagradas, sobre las coyunturas terrenales” La noche fue para mí y todos los presentes, destello de elocuencia y de gente luminosa. Felipe Aguilar, con su espléndido y original arte de escribir, pronunció con destreza de maestro “Aguilar Maldonado es una personalidad de singulares atributos. Original, distinto un “rara avis”. Puntual, en un país de relojes siempre atrasados. Hábil en el manejo para la creatividad, el estudio y aprendizaje, para el ocio creador de pensamiento. Un ser insobornable de la verdad, profundamente honesto, ético consigo mismo, única forma de ser honesto con los demás” Reconoce además nítidamente de nuestra querida tía Lulú, “no camines delante de mí, es posible que no pueda alcanzarte, no camines detrás de mí, acaso no pueda seguirte, camina junto a mí y se siempre mi amiga” Maravilloso. Diría que anoche vivimos un mágico momento donde elocuencias y talentos superlativos, se encumbraron en un ambiente de excelencia. Palabras teñidas de verdades y de fastuosos oropeles cordiales y ciertos. Velada impertinente para los abúlicos y mediocres. Vivimos un cenáculo atrevido de excelencia. (O)