Piden desalojo de chatarrerías

Denuncian contaminación ambiental y auditiva, además de condiciones insalubres producto de estas actividades.

Vista panorámica de uno de los establecimientos de chatarrería que se ubican en esa zona residencial. LCH

La implementación de tres negocios de chatarrería y depósito de maquinaria pesada generan preocupación en moradores de la zona residencial que se ubica frente al Hospital del Río, puesto que estas actividades estarían ocasionando contaminación ambiental y auditiva, y darían paso a la llegada de roedores.

El problema inició hace dos años, según refieren. En ese momento, vecinos hicieron llegar sus quejas a las dependencias de Control Urbano y Jefatura de Control de Suelo de la Municipalidad de Cuenca, quienes aparentemente clausuraron uno de los establecimientos, sin embargo, las actividades nunca han estado paralizadas, indican los perjudicados.

Además, en octubre de 2021, el GAD Municipal, mediante sentencia, impuso una multa del 40% de un salario básico unificado y ordenó el retiro de un contenedor, por infracción de uso de suelo y por no cumplir con las normas de ornato, esto es, mantener un retiro de 10 metros con respecto a la vía. No obstante, el desacato continúa.

“No podemos ni siquiera salir por el humo que botan esas máquinas que son a Diesel, es peor que estar en el parque industrial (…) tienen chatarra, pero ni siquiera cuentan con un cerramiento digno, todo está lleno de basura (…) desde hace dos años hemos peleado, incluso ganamos un juicio y el Municipio les ordenó retirar el contenedor, pero vienen los empleados municipales, les dan la mano, no sé qué pase ahí, pero no hacen nada. Más bien, han colocado al frente otra chatarrería”, comenta Gustavo Quito, morador de ese sector.

En esa ciudadela se ubican instituciones como el Colegio de Médicos del Azuay, el Centro Deportivo Hermanos Enderica y el Colegio Latinoamericano. Alrededor de 160 familias son perjudicadas de manera directa. El ruido de los motores que se encienden incluso en horas de la noche o madrugada, genera malestar. Adicionalmente, el paso de maquinaria pesada por la calle Julio Tenorio ha provocado la destrucción de la vía y de las aceras. Asimismo, producto de la vibración, algunos inmuebles presentan cuarteaduras en las paredes.

“Todos los días nos despertamos con el ruido y el humo de los camiones. Todo esto derivado de que la calle secundaria que tenemos sirve de desvío para el tráfico pesado. Estos negocios han hecho que la maquinaria pesada pase por aquí, destruyendo la calle y las veredas (…) en plena ciudad se da este caso. Esta no es una zona industrial. Por más que hemos acudido a conversar y hemos hecho las cosas por la vía legal, no nos han dado oído”, explica Diego Marín, otro de los afectados.

Los ciudadanos esperan una respuesta pronta y oportuna de parte de las autoridades competentes. Además, en estos días, representantes legales de los perjudicados presentarán nuevas acciones para hacer cumplir las normas y verificar si ha existido favoritismo con grupos de poder.

Cierre de calle Popayán

Otro asunto que preocupa a esta zona es el cierre de la vía Popayán, que servía como salida hacia la avenida De Las Américas y autopista Cuenca – Azogues, respectivamente.  Moradores comentan que la calle se cerró de manera arbitraria hace aproximadamente dos meses, tras la construcción de la concesionaria Mavesa, que hoy ocupa el espacio de esa vía.

“Cierran esta calle sin darnos explicación. Aquí no hay justicia. La Municipalidad no es capaz de hacer cumplir las órdenes (…) nos roban una calle que sirve para toda la ciudad, porque muchos tomaban esa vía en vez de la 24 de mayo para salir hacia Azogues”, agrega Quito.

Los vecinos del sector enviaron un oficio a la Empresa Pública de Movilidad, Tránsito y Transporte (EMOV EP) hace aproximadamente un mes, pero todavía no han obtenido una respuesta. (I)