Los usos terapéuticos y medicinales del agua son cada vez más aprovechados

Profesionales de la Salud explican los mitos y verdades sobre la cantidad de agua que deben consumir las personas.

La doctora Mónica Álvarez aplica hidroterapia a Madeline Cadena, a través de un sistema de última tecnología que brinda masajes a presión al ritmo de música y con agradables aromas. Xavier Caivinagua/El Mercurio

Sin agua simplemente no pudiéramos vivir. El líquido vital es importante para el consumo, pero también es utilizada con fines medicinales.
Así, por ejemplo, la doctora Mónica Álvarez utiliza la tecnología a favor de sus pacientes para realizar hidroterapias, tomando en cuenta que el agua es un relajante muscular.


A través del Spa Jet, sistema de ducha que combina aromaterapia y cromoterapia, brinda masajes con el golpe del agua que sale a presión, pudiendo inclusive servir para darse unos “deliciosos baños” con chocolate o miel.


La experiencia es tal que el líquido vital cae al ritmo de la música. “Es inimaginable todo lo que se puede hacer con el agua, desde una sensación de relax hasta la curación de un paciente”.


Álvarez  reflexiona que el agua definitivamente cumple una infinidad de funciones trascendentales en el cuerpo humano, tales como regular la temperatura y humidificar el aire que entra a los pulmones, por ejemplo.


Este elemento es vital en el cuerpo, a tal punto que “no existe algo que funcione sin agua”. Cuando una persona ingiere el líquido vital inicia un “viaje por el organismo”, convirtiéndose en sangre para luego filtrarse y diluirse en sustancias nutritivas y tóxicas que son separadas por el riñón.


El agua en las terapias también es esencial, recalca Álvarez, criterio que coincide con el fisioterapista Marcelo Avilés.


Agua fría y caliente es la técnica que el profesional utiliza para aliviar los dolores musculares o golpes de sus pacientes, pero hizo hincapié que algunas lesiones son prevenibles con la ingesta de agua.


“Nosotros utilizamos el agua de dos maneras: temperaturas bajo cero y por encima de 85 y 90 grados centígrados para que baje la sangre y circule nuevamente”, expresa.

El fisioterapista Marcelo Avilés saca las compresas calientes, que se encuentran a altas temperaturas, para colocar en la zona afectada de su paciente. José Mosquera/El Mercurio


El hielo o estado sólido del agua se aplica inmediatamente en la zona de trauma cada 3 a 6 horas, según las sensaciones que experimente el paciente en las primeras 48 horas.


En el tercer día se empieza a utilizar el calor en las mañanas y noches. Estos tratamientos generalmente se realizan aproximadamente por un tiempo de 20 minutos.


Por tal motivo se utilizan compresas químicas para mantener la alta temperatura, pudiendo llegar a deshidratarse. En ese momento no basta con tomar solamente agua, debe combinarla con electrolitos para equilibrar la cantidad de agua en el cuerpo.


Por otra parte, Mónica Álvarez resalta que el porcentaje del agua en el cuerpo humano varía según la edad, pero existe un promedio del 60 %. Un niño puede llegar al 80 % y un adolescente alcanzar el 75 %, es decir, mientras más se envejece, menos agua tiene el organismo.
Es así, que los adultos mayores empiezan a perder la regulación del equilibrio hídrico o el reflejo de sed, pero tampoco se debe tomar en exceso.


La ciencia dice que se debe beber un centímetro cúbico (cm³) de agua por cada caloría ingerida. En este contexto, la profesional de salud que tiene una maestría en Nutrición y Dietética, detalla que las mujeres en promedio requieren de 1.500 a 2.000 calorías, lo que representaría de 1,5 a 2 litros diarios.


En cambio, un hombre necesita de 2.000 a 2.500 calorías, requiriendo de 2 a 2,5 litros de líquidos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el cuerpo humano produce agua: las mujeres 300 cm³ y los hombres 500 cm³ , por lo que no se debería ingerir las cantidades anteriormente descritas.


Además, una gran parte de alimentos que consume el ser humano están compuestos por este elemento como una lechuga que tiene el 99 % de agua. “No es necesario andar cargando galones de agua para beber a cada rato porque interrumpe nuestra vida, incluso, emocionalmente”.


En niños y adultos mayores el consumo de agua es menor porque simplemente no tiene sabor, razón por la cual recomienda colocar rodajas o trozos de cualquier fruta sin azúcar. De igual manera se pude tomar el líquido vital a través de caldos.

Una forma de parto natural que une más a madre e hijo

Elbia Martínez, médico obstetra, explica que el parto en agua se viene practicando en el mundo cerca de 20 años y poco a poco ha ido ganando más seguidores debido a sus beneficios para el bebé y la madre, cuyo vínculo se ve mejorado por el contacto piel a piel.
Así, el recién nacido puede descender muy suavemente y no hay el trauma del dolor en el nacimiento. Ayuda a que se sienta más seguro y relajado.

La doctora Elbia Martínez asiste partos bajo el agua, una de las intervenciones que ha ido ganando espacio con el paso del tiempo. Cortesía

En cambio para la mamá representa un “medio analgésico natural”, pues el agua que se debe encontrar entre 36 a 38 grados centígrados le propicia un estado de relajación. 


La profesional destaca que se trata de una modalidad muy diferente a la convencional, que inclusive se puede realizar en la propia casa de la paciente.


Para el efecto se cuenta con piscinas inflables de parto en agua que son importadas de Estados Unidos con su respectivo cobertor desechable, sin embargo, Martínez indica que otras personas optan por otras alternativas, entre ellas: piscinas para niños.
Así mismo recomienda que todo el proceso deba ser realizado por profesionales, ya que se puede registrar alteraciones en la frecuencia cardíaca, entre otros inconvenientes.

“Siempre se debe atender con el enfoque del parto humanizado, es decir, respetando el deseo de la mujer, basados en un plan de parto”. A la par, la madre debe realizar un curso de preparación previo y llevar un control prenatal adecuado como parte de una planificación. (I)

LA FRASE
“Cuando hay sed, el cuerpo está generando una alerta y se puede hablar de un grado de deshidratación, por lo que es necesario beber agua”.

LAS CIFRAS

4
partos en agua mensualmente atiende la doctora Elbia Martínez, médico obstetra en Cuenca. “Más allá de cantidad se atiende en calidad”, afirma.

8
vasos con agua al día se recomienda que tomen los varones y cuatro las mujeres. El requerimiento puede ser diferente dependiendo de las actividades.