¿Qué hacer?

Mario Jaramillo Paredes

Todo parece indicar que la mayoría imperante en la Asamblea no aprobará ningún proyecto del ejecutivo. El correísmo busca tomarse Contraloría y Fiscalía para lavar el pasado y volver por más.  Pachakutik con su amnesia ancestral se olvidó de las persecuciones de las que fue víctima y ahora vota siempre con sus antiguos enemigos. Correísmo, pachakutics y a veces socialcristianos unidos, ratifican aquello de que en política se ve tostar granizo.

 Para salir de ese entrampamiento hay dos caminos: la muerte cruzada o una consulta popular. El gobierno no parece que se decidirá por la primera. Y, tiene razón al no escoger ese camino, pues perdería. No importará que la campaña de vacunación fue un notable éxito reconocido incluso a nivel internacional. Salvó miles de vidas humanas. Pero la política es despiadada. La oposición y mucha gente parece que se olvidaron de ese gran paso. Presionados por las urgencias del día a día y por la necesidad de hacer méritos para las próximas elecciones, esa campaña exitosa parecería haber caído en el olvido. Las nuevas regulaciones económicas le quitaron al régimen el apoyo de mucha gente que se siente golpeada por los impuestos. En esas condiciones la muerte cruzada terminaría en un desastre para el gobierno.

¿Qué queda por delante? La respuesta parecería estar en convocar una consulta popular. Pocas preguntas:  la desaparición de ese esperpento que es el Consejo de Participación Ciudadana. Plantear un Congreso bicameral. Crear nuevas leyes laborales que den trabajo a los siete de cada diez ecuatorianos que no tienen empleo. Modificar esas normas en la Asamblea parece casi imposible por la oposición de los jerarcas de los sindicatos.

Avanzar con una Asamblea, por mediocre y desprestigiada que sea como la actual, le resulta imposible al presidente Lasso. Allí no le aprobarán nada. Pasar lo que queda del período, simplemente esperando que termine, tampoco es una opción como él ha reiterado. La Consulta popular parece ser el único camino. (O)