Vergüenza de Asamblea Nacional

Gerardo Maldonado Zeas

El impuesto personal de Hervas es más bajo que el de un empleado de bajos ingresos de cualquier empresa o institución pública. Cuando el jueves en la noche el presidente Lasso le denunció como evasor, Hervas con la sonrisita de un maledicente, tuvo la cachaza de hacerse el mártir.

El dirige a los supuestos nuevos representantes de la social democracia en el Ecuador; una tendencia respetable en los ochenta, pero en este tiempo, muy degradada. Sólo bastó escuchar al asambleísta Cadena para darnos cuenta de que se quedaron en el paleolítico. Junto con los correistas, y PK, que solamente sirven para caotizar el Ecuador, ayer hicieron equipo para negarle al país la capacidad de generar empleo, e ingresos para solventar, sobre todo, la educación y salud.

El proyecto de ley de inversiones, su contenido, que no tenía nada de raro frente a muchas de las decisiones tomadas con anterioridad sobre esta materia, sirvió para que los desestabilizadores de la Asamblea, saquen la peor de sus pasiones. Un primer poder del Estado que no ha hecho absolutamente nada en estos 10 meses de gestión, al estar siempre conspirando, buscando hacer juicios políticos, chantajeando y menospreciando la inteligencia y voluntad del pueblo ecuatoriano.

En verdad los asambleístas del Ecuador son de un limitadísimo conocimiento en todos los tópicos. Salvo honrosas excepciones, esta forma de legislar y fiscalizar ha provocado que solamente el 6 % de los ecuatorianos confiemos en sus acciones. Además, porque las mayorías móviles, demuestran que el país les importa un rábano, y funcionan a cambio de algo, tal como el presidente Lasso visiblemente molesto y consternado, denunció pocas horas después de la negación del proyecto de ley de inversiones.

Este país con la herencia del populismo más rancio va irreversiblemente al despeñadero. Es verdad que existen soluciones constitucionales de las cuales el presidente Lasso puede echar mano, pero en el fondo el problema persistirá. Urge un refrescamiento de la carta magna, para modificar la forma de nombrar a las joyas de la corona como el CPCCS, los órganos de control, y otras barbaridades gestadas en Montecristi. La Asamblea Nacional del Ecuador es una fuente de miseria y desfachatez; eso saben hasta sus propios integrantes. (O)