El aluvión ocurrido en la parroquia de Sayausí en medio de las difíciles condiciones climáticas por las que estamos atravesando, muestran al cantón Cuenca con todas sus particularidades y vulnerabilidades que, además, tienen sus propias formas de manifestarse en la zona urbana y rural. Las acciones antrópicas sin ninguna conciencia ambiental y responsabilidad social –invasión y taponamientos en quebradas, obstrucción de cursos de agua, deforestación, etc.–, más las limitaciones que existen para realizar un adecuado control del uso del suelo por parte de las autoridades locales se convierten en una peligrosa combinación ante la fuerza de la naturaleza. La enorme riqueza hídrica del Cantón y la Provincia al no estar debidamente cuidada y preservada para aprovecharla de la manera más inteligente en beneficio de toda la población, se convertirá en nuestra condena como bien vislumbró el agudo pensamiento de Santa Marianita de Jesús: “Ecuador se destruiría no por catástrofes naturales sino por los malos gobiernos”, profecía que se aplica sin duda a todos los mal llamados Gobiernos Autónomos Descentralizados. Enfrentar los riesgos ambientales a los que estamos expuestos amerita considerar que los fenómenos socio ambientales se interrelacionan y afectan todas las esferas de la vida colectiva. (O)
