Recuperar las quebradas

Nicanor Merchán Luco

Luego de lamentar por la tragedia sucedida el día domingo de la semana pasada cuando un aluvión y varios deslaves ocurrieron en la parroquia Sayausí y en el camino denominado Cuenca-Molleturo-Naranjal, es necesario pensar en qué hacer en el futuro para que no se vuelvan a perder vidas y no ocurran daños materiales. En otras ciudades del Ecuador y de fuera del país existe un plan de recuperación, de limpieza de las quebradas de forma habitual con el propósito de controlar de que éstas en intensos momentos de lluvia no ocasionen los desastres que están aconteciendo en toda nuestra región.

Los aluviones acarrean tierra, lodo, agua, rocas, árboles y toda clase de vegetación en suma que arrasan con todo lo que encuentra al paso de manera violenta y feroz, puesto que la furia de la naturaleza se desata sin contemplación. El escritor James Lovelock en su libro “La venganza de la Tierra” nos muestra qué es lo que ella puede hacer por tanto abuso que comete la humanidad en contra de la Tierra. Nosotros de manera inmisericorde abusamos de las quebradas, las llenamos de construcciones, de viviendas y obstruimos su paso hasta que ellas un día inesperado vuelven a ocupar su espacio que antes siempre lo tuvieron.

Cuidar los cuerpos de agua de las quebradas, canales y acequias debe ser parte de un sistema de drenaje fluvial de la provincia del Azuay y por supuesto del cantón Cuenca. La ciudad de Quito tiene lo que llaman un plan de intervención ambiental integral de las quebradas, en donde se establece un plan de recuperación, de limpieza de las quebradas. En un amplio estudio de cada una de ellas se señala las condiciones en las que se encuentran para luego señalar el trabajo que se requiere para volverlas a dejar como antes. La municipalidad cuanto antes debe realizar este estudio y sobre todo empezar con el plan de intervención y recuperación de las quebradas. (O)