“Enfoques distintos”

Hernan Deleg Pacheco

Los seres humanos, tenemos que tomar conciencia con toda nitidez, que no somos más que una parte de la naturaleza viva; y que tenemos que estar dentro y no fuera de ella, ni sobre ella, puesto que, de otra manera, nos convertiremos en huérfanos rechazados y alienados de su base la naturaleza, que no es lo que recibimos de las generaciones anteriores, sino lo que debemos a las futuras.

Los pensadores más objetivos del mundo llegan a la conclusión de que no es el progreso científico-técnico de por si lo que crea la amenaza para la humanidad, sino ante todo su aplicación militarista. Los cambios en el mundo no se producen por mala o buena voluntad de nadie, sino en virtud de las leyes de la historia; y la actual correlación de fuerzas; y las vías del progreso científico-técnico; quizá no conlleven al hundimiento de la naturaleza y de la humanidad, sino deberían siempre estar al servicio del género humano…

Desde luego que hace mucho que pasaron a la historia los tiempos, en que se proclamaba la consigna de la armonía del hombre con la naturaleza. Dicha consigna al poco de nacer, fue enterrada por el llamado del “Yo” individualista del sistema; que se contrapone a la naturaleza como una fuerza hostil a ella.

Ahora, incluso muchos científicos, les suscita dudas el hecho de que el desarrollo de la técnica y la tecnología actuales extraña grandes pérdidas en el campo social y causa daño al medio ambiente. Para poder resolver los problemas como la degradación de las ciudades, la miseria, la agudización de las contradicciones sociales. Y como se dice, la culpa de muchos males, no es el progreso científico-técnico, sino el sistema con sus métodos rapaces de administración, y estos males son políticos-económicos y no meramente técnicos. (O)