El teatro se acomoda a la modernidad para subsistir

El español Pepe Bablé, de largo andar en las artes escénicas relacionadas con la actuación, destaca que —al saber impregnarse de las modernidades— el teatro ha perdurado y subsistido hasta hoy como uno de los oficios «más antiguos de la humanidad».

«Sí, estamos hablando de unas de las artes más antiguas de la humanidad, que ha vencido muchísimas modernidades… y muchas cosas más», dijo Bablé en una entrevista con Efe en Ciudad de Panamá.

José «Pepe» Bablé y su colectivo de actores del grupo Albanta Teatro de Cádiz inauguraron esta semana el XI Festival Internacional de Artes Escénicas (FAE22) de Panamá, que culmina este domingo, con la obra «Bendita Gloria», en el icónico Teatro Nacional (1908).

El teatro, para Bablé, fuera de la adaptación a los nuevos tiempos, usos y tendencias, ha tenido «la habilidad de que siempre ha sabido utilizar las nuevas herramientas y las ha acoplado a su propio lenguaje».

Esto lo explica el director gaditano porque «hoy los espectáculos no son híbridos, son totalmente transversales».

Agrega, en ese sentido, que «hoy un espectáculo puede (hacer) colindar muchísimos lenguajes y muchísimos estilos… ¿por qué?, porque el teatro sí tiene la vía de asimilarlo».

Bablé, que durante 27 años estuvo al frente del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz, siempre ha sostenido que «el teatro es el lugar donde nacen o vienen a morir todas las artes, el arte visual, el arte de la palabra, el arte físico».

«El teatro sabe impregnarse…al hablar del arte por naturaleza más antiguo que tiene la humanidad es porque ha tenido un gran poder de resistencia y de adaptación a todo lo que se (le) ha ido cruzando por el camino», señala el artista, que igualmente considera que la palabra también es «importantísima».

«Si me busca un sinónimo de teatro es palabra: la palabra que vaya preñada de intenciones, la palabra que esté bien colocada, la palabra que mueva sensibilidades, la palabra que emocione y la palabra que seduzca», remarcó.

EL LEGADO TEATRAL

El Festival Iberoamericano de Teatro (FIT) de Cádiz, que data de 1985 y tiene a Bablé entre sus fundadores, fue uno de los primeros en toda Europa en darse cuenta de que había una «importantísima» producción teatral latinoamericana a la que había que abrirle la puerta.

Bablé, desvinculado del FIT desde 2019 luego de jubilarse, espera que con sus nuevos directores los lazos de «hermandad, de amistad y confraternidad» que el festival ha abierto durante 32 años con el teatro de América Latina «no se pierdan».

Afirma que si bien esto puede considerarse como uno de sus legados más importantes, reconoce que «afortunadamente no es un valor mío, sino de tantísima gente que me ha ayudado a conseguirlo, que España hoy sea realmente la puerta para Europa del teatro latinoamericano».

LA OVACIÓN EN EL TEATRO NACIONAL

Pepe Bablé y el grupo Albanta Teatro de Cadiz cumplieron con la «responsabilidad» y el «honor» de inaugurar el FAE22, llevando a escena «Bendita Gloria» (2017).

Bajo la dirección de Bablé, Bendita Gloria, una obra escrita por Juan García Larrondo, y las actuaciones de Charo Sabio, Jay García, Carmén Reiné y Susana Rosado, fue premiada con una cerrada ovación por el público que llenó el Teatro Nacional en la apertura del FAE.

Bendita Gloria es una comedia con tintes trágicos y un texto «duro» que trata temáticas actuales como la corrupción, la trata de blancas, la inmigración, «en un plano donde todo circula a través del amor» entre «cuatro seres que cohabitan entre ellos».

«No un amor edulcorado, o un amor donde nos pudiésemos reflejar la mayoría, sino un amor cáustico, un amor limítrofe, amores prohibidos, amores enfermizos», indicó Bablé.

Con 18 años de andadura desde su comienzo en 2004, el FAE22 presentó este año una cartelera de teatro y danza con agrupaciones de países como España, Portugal, Colombia, México, Cuba, Estados Unidos, Costa Rica y Panamá.  EFE