La libertad de Glas

Luis Muñoz

 El sábado nueve de Abril de 2022, se libró la boleta de libertad  para el ex vicepresidente Jorge Glas Espinel, porque supuestamente existe un riesgo contra su integridad física y psicológica, luego de que la militante del movimiento correísta Nicol Malavé Illescas, habitante del cantón Santa Elena, planteó en la Unidad Judicial Multicompetente con sede en la parroquia Manglar alto del cantón Santa Elena, el habeas corpus a favor de Glas al juez Diego Javier Moscoso Cedeño de esa judicatura, quien luego de la exposición oral que hiciera su abogado defensor, aceptó y concedió el recurso constitucional a favor del reo Jorge Glas, con lo cual queda en libertad luego de permanecer 1.645 días, en un centro de privación de la libertad. El juez dispuso que en forma urgente se remita la providencia con la resolución al Centro de Rehabilitación de Cotopaxi para su cumplimiento. Este acontecimiento fue conocido inmediatamente, por la fiscalía, la Presidencia de la República y por el Consejo de la Judicatura, de los cuales solo se ha pronunciado la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia de la República, que dice rechazar la decisión judicial y expresa su preocupación por el abuso de las acciones constitucionales. Si hacemos un mero análisis  de la constitución y las normas legales  dictadas  en época del mandato de  Rafael Correa, advertiremos  que la Constitución y las  Leyes como el COIP, el COGEP, y otras fueron hechas para favorecer a los intereses políticos de la Revolución Ciudadana  y de sus dirigentes, por lo que se hace necesario y urgente, dictar  una nueva Carta Magna, al margen de intereses partidarios, sino pensando en el  pueblo ecuatoriano, en donde tenga prioridad la salud, la educación, la atención preferente a los grupos vulnerables y castiguen severamente a los traficantes de la salud, la corrupción ,el peculado, el cohecho, la delincuencia organizada y que se disponga la incautación y remate  de bienes  de quienes  han perjudicado  a los dineros del estado y de quienes se han enriquecido ilícitamente en los cargos públicos, a más de dictar la prisión perpetua o de por vida  para los corruptos y corruptores, si queremos  que nuestra amada Patria  desarrolle una sociedad próspera, trabajadora, honesta, en donde la pobreza sea proscrita y la riqueza sea bien distribuida, para que ninguna provincia sea relegada y a los humildes no les falte el pan en su mesa, donde el obrero y el empleado tengan un salario digno y se elimine para siempre el desempleo y la miseria porque existirán oportunidades para todos. Pero mientras el cáncer de la corrupción persista, los corruptos  y ladrones  salgan libres de las prisiones sin devolver un centavo al Gobierno de los miles de millones de dólares que se llevaron mientras fungían de gobernantes, seguiremos siendo como hasta ahora un país subdesarrollado donde los cinturones de miseria  se incrementan aceleradamente, la pobreza extrema nos agobia, el hambre y la desnutrición se acentúa en los más desposeídos y menesterosos, en tanto que  los corruptos que fugaron y otros que obtienen su libertad disfrutan de lo mal habido en mansiones suntuosas llenas de comodidades. (O)