En Cuenca se vive un feriado muy activo

En el Centro Histórico, decenas de personas recorrieron las iglesias y los espacios turísticos. Xavier Caivinagua/El Mercurio

La religiosidad y el turismo se volvió a activar en Cuenca. El Viernes Santo y el feriado trajeron de vuelta a las actividades religiosas y los turistas, principalmente de la Costa, quienes llegaron a la ciudad para disfrutar de estos días de asueto. En primera instancia, tanto en las parroquias rurales como en la ciudad, las personas se volcaron a las calles para los tradicionales Viacrucis que en los últimos dos años no se pudieron llevar a cabo por la emergencia sanitaria.

En el caso de las zonas periféricas, las parroquias Turi y Sayausí recrearon el recorrido al Calvario, en el que, cientos de personas participaron para recordar el camino que tuvo que seguir Jesús hasta llegar a la cruz. “Nosotros nos reunimos con el padre y decidimos que debíamos volver a realizar el Viacrucis que no pudimos hacer por dos años. Ahora que están más relajadas las medidas sanitarias nos hemos reunido”, dijo Leonardo Yunda, quien fue parte del equipo organizador del Viacrucis que se cumplió en Turi.


Con esa misma consigna que parte de la relajación de las disposiciones para prevenir los contagios de la COVID-19, en Buenos Aires, de Sayausí, también se organizó el Calvario en el que participaron por lo menos 800 personas. Vestidos de romanos, de Jesús, de Judas; otros cargando la cruz como penitencia; y la mayoría solo como acompañantes y creyentes, así se vieron los participantes que empezaron a caminar desde Buenos Aires hasta el centro parroquial de Sayausí, en donde, otro grupo de mujeres adultas hacía la tradicional fanesca.

“Nosotras, desde hace unos ocho años, hacemos la fanesca para vender y recolectar fondos para nuestra iglesia y para ayudar a la parroquia”, dijo María Mejía, quien es parte del grupo pastoral de Sayausí.

En Sayausí, por lo menos unas 800 personas participaron del tradicional Viacrucis. Xavier Caivinagua/El Mercurio


Fanesca

No solo en el centro de la parroquia Sayausí se vendía la fanesca. En los mercados de la ciudad y en los restaurantes del Centro Histórico se comercializó el apetecido plato del Viernes Santo. Por ejemplo, en el mercado 10 de Agosto, la afluencia del público, ya sea para comer en el patio de comidas o para comprar los ingredientes para preparar la fanesca, fue considerable.

“Venimos al mercado porque nos recomendaron comer la fanesca de acá. Vamos a ver qué tal está. Este año preferimos comprar que hacer”, opinó Susana González, que llegó al mercado 10 de Agosto con su familia. Por su lado, los restaurantes también recibieron a comensales, quienes, o pedían fanesca o algún plato que no tenga carne. La opción era diversa.

La fanesca no faltó en las parroquias rurales de Cuenca. Xavier Caivinagua/El Mercurio


Turistas

Con la apertura de los templos religiosos del centro y con la atención de los restaurantes y cafeterías, ayer se vio filas de cuencanos que redescubrían su ciudad, y filas de turistas locales y extranjeros. Algunos de los espacios más concurridos fueron la Catedral Nueva, el seminario de San Luis, la iglesia de San Alfonso y San Sebastián.

Aquello significó una mayor cantidad de ingresos entre los negocios céntricos que sí trabajaron ayer. “Sí ha habido movimiento. Mucha gente salió de sus casas para pasearse por Cuenca. Lo importante es que sí hay negocios que están trabajando hoy, entonces los turistas tienen opciones. Esperamos que esto se mantenga en este fin de semana”, dijo Marcelo Nájera, comerciante del casco céntrico.


Esa misma espera, la de que lleguen más turistas en este feriado, la tienen el resto de negocios e iglesias, que aguardan a que mañana, Domingo de Resurrección, haya espacios llenos en cada uno de los templos de la ciudad. (I)