Jueces constitucionales

José Chalco Salgado josechalcosalgado@gmail.com

            Cada vez más en la administración de justicia se hace más urgente contar con jueces especializados en materia constitucional.

            El actual modelo constitucional configura un sistema de garantías por los derechos constitucionales de las personas y naturaleza. Este sistema abre la posibilidad que a través de la activación del Poder Judicial se pueda alcanzar la tutela de derechos de tipo constitucional ante su violación o inminente violación. Pero aquello requiere de la comprensión de valores, principios y reglas constitucionales. De instituciones y jurisprudencia que rige la interpretación que el juzgador debe dar en cada caso concreto.

            El procedimiento determinado para la sustanciación de causas en materia constitucional es más ágil y se rige por menos formalidades jurídicas que otros procedimientos, aquello, con la finalidad de lograr con celeridad una resolución judicial que impida la consumación o continuación de la violación de un derecho constitucional. Como se mira, el diseño es generoso, abierto y busca una tutela judicial efectiva. Resolución que produzca efectos y sea válida.

            En este contexto, el marco de tratamiento que se ha abierto para la existencia de acciones de tipo constitucional en el país, requiere de la formación y profesionalización de quienes están convocados a administrar justicia; pues no tiene sentido que en otras áreas como son: civil, penal, laboral o familia exista una especialización y comprensión técnica a la hora de juzgar y mas no en el ámbito constitucional.

Ante acciones constitucionales son los mismos jueces -de las otras áreas señaladas- quienes deben abandonar su agenda ordinaria de trabajo para tomar decisiones de un campo de especialización y estudio ajeno. Así, al contrario de alcanzar una tutela judicial efectiva, se estaría abriendo una dinámica de un ¨buen comprender y parecer¨ subjetivo, antes que de una mirada técnica y especializada en la materia. Es decir, más lejos de hacer justicia, se estaría haciendo injusticia.  

Mientras no cambie esto, seguiremos viendo -como en los últimos días- graciosas acciones de protección y de habeas corpus en la playa. (O)