El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) presentó los principales resultados de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), correspondiente al mes de marzo de 2022.
A nivel nacional, los principales resultados del mercado laboral reflejan que la tasa de participación global fue de 64,9 %, la de empleo adecuado -laboran 40 horas a la semana- de 32,7 %, el subempleo -laboran menos de 40 horas y perciben un salario inferior al sueldo básico- de 23,0 %.
El otro empleo no pleno -trabajan menos de las 40 horas a la semana, perciben menos salario pero no tienen deseo y disponibilidad de trabajar horas adicionales- de 28,5 %, el empleo no remunerado fue de 10,6 %, mientras que, el empleo no clasificado -no se pueden clasificar como empleados adecuados, inadecuados, o no remunerados por falta de información- se ubicó en el 0,5 %.
La tasa de desempleo a nivel nacional alcanzó un 4,8 % respecto del 4,9 % del mismo período del año anterior, es decir, experimentó una reducción significativa de 0.1 punto porcentual. Al detallar por área, la tasa de desempleo fue de 6,2 % para el urbana, mientras que para el área rural fue de 2,1 %.
Las mujeres poseen una mayor tasa a comparación de los hombres. A nivel nacional, 5,5 % de las mujeres en la Población Económicamente Activa (PEA) estuvieron en situación de desempleo, mientras que, la tasa de los hombres fue de 4,3 %.
En cambio, el empleo en el sector informal se define operativamente como el conjunto de personas que trabajan en unidades productivas de menos de 100 trabajadores que no tienen Registro Único de Contribuyentes (RUC). Por su parte, el empleo en el sector formal se define como las personas que trabajan en establecimientos que tienen RUC.
Luego de diferenciar estos dos conceptos, se evidencia que, a nivel nacional, del total de personas que cuentan con empleo, 43,9 % corresponden al sector formal, mientas que, 51,0 % al sector informal y un menor porcentaje (5,1 %) está dentro del empleo doméstico y en la categoría de no clasificados.
Reactivación
Rodrigo Andrés Cordero, presidente de la Cámara de Industrias Producción y Empleo de Cuenca (CIPEM), se refirió al tema empleo en la ciudad y destacó la importancia de la empresa privada para generar oportunidades, antes, durante y posterior a la pandemia. “Son todos los particulares, entre pequeñas, medianas, grandes industrias, así como los artesanos, los que crean riqueza y valor”, explicó Cordero.
De acuerdo a Cordero, existe un crecimiento del comercio y sector productivo. La reactivación se respalda en la tributación al Servicio de Rentas Internas. Se demuestra que, en Azuay, Cuenca y la región existe un movimiento económico importante entre el 2020 y 2021, incluyendo al 2022.
El presidente de la CIPEM recalcó la organización e importancia del sector privado en la reactivación de Ecuador, que pese a no recibir una contribución estatal generó esa inyección económica y productiva indispensable en el país.
El Gobierno Nacional coordinó el plan de vacunación con las empresas privadas, siendo indispensable para la reactivación. Sin embargo, no recibieron una ayuda del Estado como se recibió en otros países como Colombia y Perú, por citar un ejemplo. Estos países contaron con ayuda del Gobierno para retomar actividad y repotenciar la capacidad productiva frente a las limitaciones de la pandemia y confinamiento.
Desde el inicio de la pandemia dialogaron el sector productivo y las autoridades nacionales y locales en busca de soluciones para continuar con las labores. “El país ya no necesita más leyes porque existe una inflación legislativa. Se pretende reducir ese número de normas porque estamos abocados a únicamente cumplirlas, con demasiados requisitos y lo mejor que se podría hacer es apoyarlo a que produzca porque eso genera crecimiento”, se refirió Cordero.
