Inversiones digitales: Ocho claves para detectar una estafa

Guayaquil.- En Ecuador, la captación de dinero se ha convertido en un fenómeno que desalienta a muchos ciudadanos al momento de considerar invertir sus recursos en plataformas y activos digitales.

Desde 2017 hasta la actualidad, la Superintendencia de Bancos ha detectado 133 presuntas captadoras ilegales de dinero. En la mayoría de los casos, un gran número de ecuatorianos han resultado afectados por supuestas empresas que, bajo la fachada de promover inversiones digitales, manejaban esquemas ponzi o “pirámides”.

José Rivera, country Manager de Libertex en Ecuador (bróker de inversiones online), comenta que en los últimos años ha crecido el interés de la población por invertir en activos como criptomonedas, divisas, materias primas, entre otros. Sin embargo, subraya que las malas prácticas financieras impiden la consolidación de las inversiones digitales en el país.

“Las inversiones digitales permiten que los usuarios realicen operaciones en mercados internacionales, desde 50 dólares, para obtener beneficios económicos. No obstante, esto requiere de mucho esfuerzo, estudio y lectura permanente de la coyuntura global. El dinero no surge de la noche a la mañana”, expresa Rivera, quien además recalca la importancia de fortalecer la educación financiera que se brinda a la ciudadanía.

Rivera, quien cuenta con seis años de experiencia en el mercado de valores, advierte que existe un gran número de empresas en Ecuador que comercializan productos de inversión, sin pedir garantías o cumplimiento de requisitos. Ante ello, detalla algunas claves que deben considerar los usuarios al momento de decidir sobre una inversión y cómo pueden evitar una estafa o fraude piramidal:

1. Información: antes de realizar algún depósito o una inversión es importante conocer el origen de la empresa, su trayectoria y la legalidad de sus operaciones.

2. Altos intereses: si una empresa ofrece un rendimiento fijo o un interés alto (por ejemplo el 90%) es probable que sea una estafa, ya que los mercados internacionales son volátiles y es difícil predecir el retorno que tendrá una inversión.

3. Riesgo bajo o nulo: toda inversión conlleva un nivel de riesgo, incluso en el mercado financiero tradicional (bancos, cooperativas y mutualistas). Si una organización no le advierte sobre este tema, es una alerta clara para desconfiar.

4. Ganancias inmediatas: una inversión no genera retorno de un día para otro, requiere de tiempo y análisis para obtener ganancias al apostar por un activo digital. Esto no significa que sea imposible, pero los resultados se verán a largo plazo.

5. Recompensas: si una empresa ofrece dinero extra por atraer a otros inversionistas, es síntoma de que estamos en una pirámide, ya que existe la posibilidad de que se use el capital de los nuevos clientes para cubrir las “recompensas”.

6. Transparencia: si una organización no brinda información a sus clientes sobre el destino de sus recursos, es mejor abstenerse realizar una inversión. Cada persona debe conocer en qué activos se está invirtiendo su capital.

7. Dirección física: si una compañía maneja sus operaciones de forma virtual y no cuenta con oficinas, existe el riesgo de que se trate de una empresa fantasma. Siempre es vital contar con un punto de contacto, para resolver dudas o quejas.

8. Entes de control: las autoridades suelen emitir alertas de forma constante, cuando existe riesgo de captación ilegal de dinero o fraudes financieros. Si una empresa aparece en estos listados, es recomendable no realizar una inversión.

Según el Código Orgánico Monetario y Financiero de Ecuador, las instituciones autorizadas para captar dinero son los bancos, las cooperativas o las asociaciones mutualistas. Rivera explica que, si bien las inversiones digitales no están reguladas en el país, esto no quiere decir que no existan opciones de inversión que brinden garantías. Además, las organizaciones avaladas internacionalmente tienen entes que las regulan y pueden mediar entre el bróker de inversiones y el cliente en caso de existir conflictos. (I)