¡Vamos por más!

Juan F. Castanier Muñoz

Parece ser el grito de guerra de la nueva mayoría en la Asamblea Nacional, luego de conseguir la designación de la “incompleta” comisión multipartidista que evaluará la gestión de la presidenta Llori. Y digo esto porque, la nueva mayoría, conformada por el correismo, el PSC y los “pachacutik revels”, donde cada quién tiene su “propiesísima” agenda, coinciden en el enjuiciamiento político de los miembros del Consejo de Participación Ciudadana, la destitución de los mismos y la designación de un nuevo Consejo que manejará, nada menos ni nada más, que la designación del nuevo Contralor, de los superintendentes, del fiscal general y de las autoridades electorales. ¡Bingo!

Quedamos entonces que lo de la señora Llori no es sino la pantalla, el parapeto, el señuelo, y la “presa” verdadera, el real motivo de la caza, es el manejo de todas las entidades de control. Quienes, ilusos aún, crean que con la presidenta destituida, la Asamblea Nacional se convierte de inmediato en un taller de trabajo febril, en una fuente de cristalinas aguas donde fluye el desinterés y la honestidad, en un templo del civismo, ejemplo para las generaciones venideras, pues creo que están harto equivocados, pues más allá de los verdaderos e inocultables motivos ya mencionados, la calentura no se encuentra en las sábanas, sino en la deteriorada calidad, en todos los órdenes, de la gran mayoría de asambleístas.

Y eso sin mentar la “joya de la corona”, verdadera obsesión del “innombrable” y sus huestes, que es la acariciada comisión de la verdad, único subterfugio, perverso e inmoral, que permitiría, a través de su manejo, el perdón y olvido, la impunidad, para aquellos que se festinaron el país y que lo hundieron en la más grande debacle política, económica y moral que recuerde nuestra historia. A veces lo niegan, a veces se hacen los desentendidos frente al tema, pero sobre todo aquellos miembros de la banda que han perdido el pudor político, se autocalifican como “perseguidos” y claman por la necesidad de la comisión, como una necesidad vital. ¿Será que piensan que, después de todo lo que ya se llevaron, aún les estamos debiendo algo?  (O)