Cuando la pandemia amaina por infección generalizada y la vacunación, se retira la obligatoriedad de uso de mascarillas, en lugares abiertos y con restricciones en cerrados, se recupera la movilidad en vías maltrechas por el invierno o inacción del régimen, sin embargo, vuelven turistas a llenar las playas, con los vicios de lanzar en el mar y en la arena restos plásticos, que demoran centurias en desvanecerse, dejando secuelas destructivas, que no importa a nadie, más las consabidas quejas de negocios otrora prósperos, porque el consumo disminuye, debido a la reticencia de ciertos viajeros, que prefieren otros destinos nacionales e internacionales, con mayor limpieza.
En pandemia se prohibieron alimentos en inmediaciones de la playa, se evitó presencia de mascotas, otra vez y con fuerza se han retomado estos hábitos perniciosos por ausencia de municipales. En Salinas en ciclo vía, se parquean y circulan vehículos, que ponen en riesgo la vida de ciclistas, motos hacen su normal recorrido por este andarivel, junto a la vía principal del malecón de San Lorenzo, a vista y paciencia de los señores de la Comisión de Transito, en la Comuna de Montañita otro balneario privilegiado por contrastes naturales, los motociclistas van por el malecón arrinconando a bañistas, sin que nadie de cuenta del peligro.
A quien llamar al cuidado del bienestar paisajístico ¿es la interrogante7. Al ministerio de turismo que inventaríen los absurdos en las playas más visitadas del país, a la cámara de turismo que piensen que deben observar mejores condiciones para su propio negocio, a los usuarios evitar tirar deshechos donde no deben, a los vendedores ambulantes les conviene mantener nivel de aseo en sus alrededores, pero sobre todo a los municipios, de Salinas y Santa Elena, que recogen contribuciones a través de los impuestos anuales y que han retirado hasta los avisos que en tiempos de pandemia se exhibían para el buen uso de las playas. Todavía hay servicios agobiados pos pandemia, que no alzan cabeza, por favor entender que el turismo multiplica las oportunidades, pero solo la naturaleza no aguanta tanto maltrato. (O)
