El cambio climático (parte uno)

Eduardo Sánchez Sánchez

Está determinado por los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos, cambios que pueden ser naturales, pero, desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático antrópico, principalmente, por la quema de combustibles fósiles, lo que produce gases que atrapan el calor. Lo que presenciamos hoy con alteración pluviométrica, sequías, huracanes, millonarias pérdidas agrícolas, hambre e inseguridad alimentaria,

La disminución de esta tragedia global, está en manos de cada uno, con prácticas sencillas como ahorrar energía en toda máquina que consuma electricidad. Debemos consumir menos carne y lácteos e incrementar verduras, cereales, legumbres y frutos locales antes que importados.

El desplazamiento en bicicleta, caminar o el uso del transporte público, reduce y en mucho la polución ambiental y mejora la salud menoscabada por el abuso del automóvil, malas dietas y sedentarismo. Es lastimoso encontrar aún en nuestras estrechas calles, gigantes vehículos con un solo pasajero, ello implica un altísimo costo ambiental, cuyas consecuencias ya las estamos pagando. El uso de combustibles fósiles, significa que por c/litro consumido, la producción de CO2 es de 2,5 kilos.

Debemos desconectar al no usar aparatos como el cargador del celular, la TV y otros equipos que poseen transformadores y convertidores de corriente.

Las 3 “R”, significa luchar contra el cambio climático, REDUCCIÓN por eficiencia y menor consumo. REUTILIZACIÓN en mercados de segunda mano, entregando ropa a gente que necesita, y RECICLAJE de envases, equipos electrónicos, etc. 

Uso correcto de electrodomésticos, como no introducir alimentos calientes en el refrigerador, usar el lavavajillas cuando esté lleno, con agua lo más fría y en programación económica. (O)